Ampliación del acueducto, un calvario que aún no termina (Entrega 1)

Por Ana Isabel Rivera Posada*

El 31 de enero era la fecha oficial de terminación del contrato de ejecución de las obras de ampliación del Acueducto San Pedro, en la primera etapa, según información suministrada por la empresa Casco, que es el contratista. Según le explicaron a VIVIENDO SANTA ELENA, unos 15 días más serían necesarios para hacer pruebas, revisar tuberías y conexiones antes de pavimentar, con el fin de no tener reprocesos (asunto que es obligación del contratista y como tal está en el contrato). Sin embargo, a esta fecha, marzo 12 de 2019, el acueducto, con su ampliación ya debería estar funcionando y, en parte, superada la dificultad de desabastecimiento.

Y no es racionamiento, porque no es que la Corporación Acueducto Multiveredal San Pedro suspenda el servicio. El desabastecimiento, es decir la falta del líquido, se presenta por el problema que tiene el acueducto (tiene, porque aún no se supera), descrito como el angostamiento (estrechez) de las tuberías porque ya son obsoletas, ha pasado mucho tiempo y no tienen la misma capacidad. Es decir, las tuberías que inicialmente tenían un diámetro, por el paso del tiempo y la acumulación de residuos en su interior ya no tienen ese tamaño inicial sino uno menor, lo que hace que pase mucha menos agua que si la tubería estuviera en óptimas condiciones.

Como el asunto no es de falta de agua y agua hay de sobra, al menos en la fuente que surte este acueducto, como se nos ha informado en diferentes instancias, las obras de ampliación resolverían en parte la dificultad que vienen padeciendo, desde hace unos tres años, los habitantes de las veredas El Plan, El Llano y una zona de la meseta, en la Vereda Perico, perteneciente a Envigado. Estas dificultades, aunque son muchas más, se resumen en desabastecimiento del vital líquido durante varias horas al día, todos los días; mantener agua recogida para baños, sanitarios y cocina; poder utilizar la lavadora sólo a extrañas horas, casi siempre en la madrugada cuando llega el agua; pereza de familia y amigos a subir a visitar y desvalorización de las propiedades para compra y venta, porque hasta esto se complica. Mientras escribíamos esta nota y con la evidencia de fotos tomadas el día 9 de marzo de 2019, lo que se conoce es que, en ese período de pruebas, la empresa Casco ha encontrado varias fugas que ha tenido que solucionar y por eso aún no pavimentan los tramos completos. Sin embargo, las fotos hablan por sí mismas, pues es evidente el abandono de los distintos frentes, materiales en diferentes lugares sin protección alguna, brechas abiertas y un alto deterioro de la vía que se encuentra casi intransitable. De otro lado, el desabastecimiento de agua persiste, indican distintas personas de la comunidad.

Cronología de un contrato con muchas dificultades

Las obras de ampliación del acueducto en la primera etapa le fueron adjudicadas mediante licitación (en 2017) a la empresa Casco Ltda. Aunque fue adjudicado por 3.643 millones de pesos, para un plazo de cuatro (4) meses, firmado el 25 de octubre de 2017, dicho contrato tuvo tantos tropiezos como pueda imaginarse, pues entre ampliaciones en plazo (más tiempo) y la adición de 205 millones más, el plazo final quedó para el 31 de enero de 2019 y aún no se le ve el final a la obra.

Estos fueron algunos de los inconvenientes que tuvo este contrato:

⦁ Acta de inicio: noviembre 12 de 2017, con plazo de cuatro (4 meses), que no debían superar la vigencia 2017, asunto imposible, faltando un mes y 18 días para terminar el año.

⦁ Se amplió el plazo, entre el 28 de diciembre de 2017 hasta el 16 de marzo de 2018 (para cumplir con los cuatro meses iniciales).

⦁ Según Casco Ltda., advirtieron que el plazo del contrato estaba mal definido. Los diseños los hizo Concavas, contratados también por el Municipio de Medellín. Concavas aseguraba que esta primera fase estaba definida para ocho (8) meses y la Alcaldía de Medellín iba a contratarla en cuatro (4) por temas fiscales.

⦁ Dificultades con la tubería contenida en los diseños (ver punto 3 de los frentes de obra).

⦁ Nueva ampliación del plazo del contrato para esperar la llegada de la tubería, del 17 de marzo al 16 de junio de 2018.

⦁ Suspensión del contrato entre el 7 de junio y el 15 de agosto de 2018. Se suspendió por la ausencia de acuerdo sobre el precio de obra y porque un requerimiento de la comunidad solicitaba que no se trabajara en el proyecto durante la Feria de las Flores.

⦁ Este lapso (del 7 de junio al 15 de agosto) se fue, prácticamente, concertando el precio de obra, pues, como la tubería autorizada tiene un costo menor, casi la mitad del valor de la tubería inicial, era necesario pactar un nuevo precio de obra. Esta negociación no fue fácil pues casi no se llega a un acuerdo entre Casco y el Municipio de Medellín. Finalmente, Casco aceptó el precio presentado por el Municipio de Medellín, 60% por debajo de su propuesta, acuerdo al que se llegó el 24 de agosto de 2018.

⦁ Luego se dio una nueva ampliación de plazo, entre el 26 de agosto y el 11 de diciembre de 2018.

⦁ Mientras llegaba la tubería, el contratista Casco laboró sólo en el 9% del proyecto, es decir los frentes uno (1) y dos (2) (Ver puntos 1 y 2 de los frentes de obra).

⦁ Cuando se inició el trabajo en el capítulo cuatro (4), del tanque de almacenamiento, a pesar de que el diseño decía que no había sino 20% de roca en el lugar, todo el tiempo hubo presencia de roca, lo que obligó a dinamitar, ahuyentar las aves y subir por una vía muy pendiente, en mal estado, con los carros de concreto. Fue necesario esperar a que la Secretaría de Infraestructura mejorara la vía, obras que terminó el 31 de octubre. La construcción del tanque tomaba al menos tres (3) meses y ya no daba el plazo, de nuevo.

⦁ Ya con la tubería en sitio, para la instalación se requerían permisos de cierre de vía y corte de pavimento, en ese orden. Aquí se presentó otro inconveniente, pues el Plan de Manejo de Tránsito no estaba contemplado en el contrato y lo debió asumir el contratista, por un valor de 14 millones de pesos.

⦁ Estos permisos sólo fueron otorgados el 6 de septiembre de 2018 y entregados cuatro días después. Sin embargo, la empresa de aseo solicitó un plazo para concertar la ruta de recolección con los usuarios y apenas el 20 de septiembre de 2018 pudo iniciarse la instalación de la tubería. Esta instalación requería tres (3) meses calendario (o sea hasta el 20 de diciembre, lo que obligaba a una nueva ampliación de plazo), pero el cronograma se retrasó más porque la comunidad sólo permitió que se trabajara de lunes a viernes, de 8:30 a.m. a 5:00 p.m. Aunque Casco solicitó permiso para trabajar los sábados, esto nunca fue posible.

⦁ Aquí se hizo una nueva ampliación de plazo, del 12 de diciembre de 2018 al 31 de enero de 2019, más una adición en recurso de 205 millones de pesos.

⦁ Luego de llegada la fecha de finalización, enero 31 de 2019, ya instalada la tubería, el contratista debió hacer las pruebas de presión para verificar que no hubiera fugas antes de pavimentar y en este punto estamos. Lo que se conoce es que han encontrado fugas y las han estado reparando.

⦁ La vía, que según el contrato debe quedar en el mismo o en mejor estado del que tenía antes de iniciar las obras, hoy está en pésimas condiciones. VIVIENDO SANTA ELENA intentó comunicarse con la Empresa Casco para hablar de este asunto puntualmente y cuando entraría en operación el sistema con la ampliación y no obtuvo respuesta.

⦁ Es importante anotar, que Casco, la entidad contratista, no tiene nada que ver con el desabastecimiento que sufren en este momento los usuarios del Acueducto Multiveredal San Pedro, pues la falta del líquido se debe a las redes obsoletas no a las obras de ampliación.

Los cinco (5) capítulos o frentes de obra

1. Obras pequeñas en lo que se denomina la aducción (donde se toma el agua de la fuente que suerte el acueducto, en este caso, la Quebrada San Pedro).

2. Pre-filtro: donde está la sede del acueducto. Se construyó uno nuevo y se duplicó la capacidad. Ahí está el tanque de succión donde se recoge el agua para ser bombeada a la planta y luego va el sistema de bombeo para la nueva red de impulsión.

3. Línea de impulsión, que es la tubería que lleva el agua desde el pre-filtro hasta la planta de tratamiento del acueducto, ubicada a 2.5 kilómetros de distancia (zona de El Morro, vereda El Llano) y corresponde al 75% de la obra contemplada en el contrato. De acuerdo con los diseños realizados por Concavas, la tubería era de acero al carbón, que no existe en Colombia, original de China, cuyo tiempo de importación era de 90 días. Esta tubería debe ser soldada y para su manipulación no puede haber frío, ni humedad, ni agua, aunque resiste más presión (hasta 1.000 libras). Desde el comienzo, Casco planteó que no tendría el rendimiento de instalación adecuado y solicitó autorización para cambiar la tubería por una de hierro dúctil, que no va soldada sino ensamblada, es de instalación más rápida y tiene una resistencia de presión de hasta 500 libras. Al tener el diseño una especificación de presión para 480 libras, la de hierro dúctil era la adecuada, según consideró Casco. Para esta tubería, el tiempo de importación era el mismo, es decir 90 días.

4. Tanque de almacenamiento en la planta de tratamiento, con capacidad para 30 mil litros aproximadamente, tanque que era en concreto y terminó siendo de fibra de vidrio y ya no a nivel sino elevado. Este frente pesa el 10% o el 12% del contrato. Esto indica que sólo entre los frentes tres (3) y cuatro (4) se tiene el 87% de las actividades del contrato.

5. Red de distribución que es una tubería de polietileno, por donde se regresa el agua ya tratada a los usuarios desde la planta.

*Comunicadora social-Periodista, directora del Periódico VIVIENDO SANTA ELENA desde el año 2008.

Entrega 2: Un territorio bajo presión.

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