La apatía, uno de los peores problemas de Santa Elena

Habitar un territorio es apropiarse de sus dinámicas, venga uno de donde venga, haya o no nacido en él. No puede ser que para muchas personas que viven en el Corregimiento de Santa Elena, nuestro paraíso sea sólo el lugar para ir a dormir. El lugar que uno habita debe ser también el que permita construir entre todos un mejor presente y futuro, resolver las dificultades con soluciones comunes y acordadas entre todos, donde la participación (especialmente esto) sea el pilar fundamental de la construcción colectiva de sociedad que se quiere para el corregimiento. Pero la recomendación no es sólo para los que suben a dormir y madrugan a trabajar al día siguiente en la ciudad. También para los que nacieron en Santa Elena. Muchos, ni se enteran de las cosas que pasan mucho menos asisten o participan de los espacios donde es posible debatir el desarrollo del corregimiento. En la mayoría de los casos, a los habitantes de Santa Elena, a muchos, no les interesa participar, ‘les resbala’ como dirían otros más jóvenes, les es indiferente. Critican en redes, grupos de WhatsApp, despotrican de todo lo que ocurre en el corregimiento, pero jamás se les ve en una reunión, cuando se citan para analizar los temas de interés general.
El Corregimiento de Santa Elena tiene muchos padecimientos. Algunos se resuelven con pañitos de agua tibia, aplicados en la zona requerida, con poca intensidad, pues no son delicados. Otros, son de largo alcance y más que soluciones desde el Estado requieren la unión de todos los ciudadanos que habitan el corregimiento. Nótese que no hacemos distinciones xenofóbicas que son de uso común en el territorio. Defendemos la posición de que todos, todos, somos habitantes del territorio, sin importar si nacimos o no, a qué familia tradicional pertenecemos o si llegamos a vivir hace varios años al corregimiento. Para entender este tema, por ejemplo, la clave está en que a la hora de solicitar servicios institucionales en la Alcaldía de Medellín o en las entidades estatales, a alguien de Santa Elena no le preguntan si nació o no nació en el corregimiento (sólo basta con que habite aquí) y lo atienden por igual, con excepción de algunos programas. No así en el mismo corregimiento, donde en algunos sectores los que llegan, por ejemplo, con interés de aportar y ayudar para el desarrollo, son marginados y no los dejan incluso inscribirse como socios de las Juntas de Acción Comunal, cosa absurda. Pero esto será tema de otro trabajo posterior y con más extensión.
Decíamos que problemas leves tiene Santa Elena y también dificultades grandes, complejas de resolver y son largas de enumerar. Sin embargo, conociendo el nivel de asistencia de la comunidad a las reuniones, que es muy bajo, no es difícil concluir que uno de los principales problemas del corregimiento es la apatía de quienes habitan en él. Son múltiples las excusas, que el horario, que si en la mañana, que si en la tarde, que si en la noche, que fin de semana, que llueve, que pica el sol, que el mercado, que el trabajo, que el estudio y un largo etc, que hace que la gente no llegue a las reuniones.
Pero la apatía no sólo se manifiesta en la inasistencia a las reuniones. También es aquella manía de no ir pero que les hagan ‘resúmenes ejecutivos’ de las reuniones por los grupos de chat de WhatsApp; esperar a que otro denuncie ante las autoridades, porque ‘para qué me voy a exponer yo’; encargarle a alguien más que plantee el tema en el encuentro porque ellos no son capaces de poner la cara, así estén afectados o simplemente, ver y callar (reproducir masivamente en redes, eso sí), porque como a mi no me afecta, entonces no me interesa.
Hay que recordar que la apatía también es falta de empatía, de solidaridad con lo que le pasa a alguien más y que puede que no me pase a mi hoy pero tal vez yo mañana esté afectado por eso o algo peor. Como dirían, hoy por ti mañana por mi y si queremos que el Corregimiento sea un mejor lugar para vivir, que permanezca como el paraíso que aún es y no se deteriore en su calidad de vida, hay que dejar a un lado la indolencia, la indiferencia, la falta de solidaridad y la apatía. Pa’ antier es tarde.

8 comentarios en «La apatía, uno de los peores problemas de Santa Elena»

  • el 17 octubre, 2019 a las 6:05 pm
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    Qué magnífico artículo, qué acertadas apreciaciones. Esto es hacer comunicación social y comunitaria.

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  • el 2 enero, 2020 a las 4:28 am
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    Muy cierto.
    Que lastima que todos callan cuando delincuentes como por ejemplo los del grupo gypsys ponen fabricas ileagales o el mirador santa elena en el corregimiento – todo ilegal.
    Peor aun cuando los selenitas ponen a cooperar y trabajar con estos tipos de proyectos , en vez de denunciarlos a la alcaldia por contaminacion y destruccion de los recursos naturales de la zona.

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    • el 6 enero, 2020 a las 2:12 am
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      Gracias por su comentario. Este es un tema complejo. Estamos completando información para publicar algo al respecto. Les estaremos informando.

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  • el 5 enero, 2020 a las 11:23 pm
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    Ya había leído este artículo y me pareció completamente pertinente. Más real no puede ser. Y hoy, en algunas búsquedas mediáticas de algunos temas que considero importantes sobre el futuro para Santa Elena, me lo vuelvo a encontrar. Para no hacer caso omiso al mensaje, me siento en la obligación de dar un humilde comentario.
    Hace tres años he venido a «vivir» en Santa Elena. He tratado de ir comprendiendo la maraña tan intrincada que se gesta detrás de cada acción generada, y de aquellas que no se generan (ojalá aún), de los individuos que se auto-nombran «Nativos», y también de aquellos que no lo somos, cómo nos nombran «Forasteros» o nos nombramos «Neorurales». Y veo, no de manera concluyente, pues es muy corta mi estadía, que es desde estos nombramientos que parte lo disruptivo. Nos auto-disgregamos. Y si lo que queremos es encontrar Com-Unidad, lo primero que debemos entender es que todos somos de Medellín.

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    • el 6 enero, 2020 a las 2:11 am
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      Gracias por tu comentario. Hay mucha tela qué cortar ahí. En 2020 estaremos haciendo unos foros para hablar de este y otros temas, esperamos contar con tu asistencia para poder conversar al respecto. Gracias de nuevo.

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    • el 31 enero, 2020 a las 12:24 pm
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      Tal cual, necesitamos tener más sentido de pertenencia por nuestros espacios, aunque es muy triste que hace 20 años que me fuí a vivir a Santa Elena hay una lucha con los que se dicen llamar nativos y lo peor es que son pocos los que tienen ese sentido de pertenencia al referirnos en lo que es bosques, los animalitos, en si todo lo bello que es el lugar referido naturaleza.

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      • el 2 febrero, 2020 a las 8:45 pm
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        Gracias por escribirnos. Si, realmente Santa Elena sufre de apatía y ha sido complejo que los habitantes, sin distinción de su origen, lo puedan entender y asimilar. Aún falta conciencia en ese sentido, pero se ha avanzado que es lo más importante. Viene una oportunidad de oro, que es la formulación del nuevo Plan de Desarrollo de Medellín.

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