Monedas virtuales, ¿de eso tan bueno sí darán tanto?
Por Soledad Trujillo Vélez
Hace cerca de una década el mundo financiero cambió. Antes, nuestros abuelos guardaban sus ahorros “debajo del colchón”, no confiaban ni siquiera en las alcancías que regalaba la Caja Agraria, hoy Banco Agrario de Colombia. Con el paso del tiempo, llegaron las cooperativas financieras y entonces se empezó a guardar la “platica” en ellas. Para sacar lo que se necesitaba, era necesario llevar una libreta, ir con la cédula, hacer largas filas y sacar lo que se requería.
Sin embargo, con los avances tecnológicos, llegaron las tarjetas débito y crédito. El dinero estaba en los bancos y por medio de una tarjeta de plástico, en un cajero, se podía acceder a este. Recientemente y de la mano de la tecnología, la economía cambió de nuevo.
En el año 2009 salieron al mercado las “monedas virtuales” más conocidas como BitCoin. El dinero no se toca, no se tiene en la mano, pero está en la nube. Es decir, por medio de plataformas se hacían las transacciones de casas, carros, empresas, inversiones y las manejaban los expertos a quienes se les conoce como Brokers. El creador de esta moneda virtual se hace llamar Satoshi Nakamoto, no se sabe si es una persona o si, por el contrario, es un grupo de personas que protegen su identidad, porque este tipo de transacciones es considerado como un delito en países como Estados Unidos.
Muchos invirtieron en estas monedas. Compraron BitCoin por considerarlas la nueva tendencia en la economía. Si bien, hay quienes afirman que han ganado mucho dinero y que, en la actualidad son millonarios, hay quienes en el mundo consideran que este tipo de transacciones puede ser muy riesgosa. El presidente del Bundesbank Alemán, Jens Weidmann, dijo en entrevista al portal ABC de la economía que: “Si bien estas monedas han triplicado su valor en seis meses, pueden ser muy peligrosas. Su potencial puede generar la próxima crisis financiera”.
¿Cuántas monedas virtuales hay?
Si bien en la economía actual no solo hay acciones, cuentas de ahorro, cuentas corrientes, inversiones en certificados de depósito a término fijo, también están las monedas virtuales. Estas son: BitCoin, Ethereum, AltCoin, LiteCoin, DashCoin, RippleCoin, Monero, DoqeCoin, entre otras.
Estas monedas virtuales son descentralizadas, no pertenecen a ningún país, es decir, no pagan impuestos. La banca nacional de Colombia NO las apoya y en la Revista Dinero la Superintendencia Financiera de Colombia en la Carta Circular 29 de 2014 dice que: “El BitCoin no es una moneda reconocida en el país, por lo tanto, no sirve para pagar activos en Colombia y mucho menos para exigir obligaciones de pago”.
Según la Superfinanciera este tipo de monedas no puede usarse en el sistema cambiario colombiano, porque no tienen respaldo de activos físicos o de reservas, además explicó que las plataformas que realizan este tipo de transacciones no tienen regulación por las leyes colombianas.
Los riesgos
Esta nueva tendencia mundial tiene muchos riesgos. Uno de ellos es que este tipo de plataformas, al ser tan anónimas, sin responsables ‘visibles’ detrás, se utilicen para el lavado de activos de personas vinculadas al tráfico de estupefacientes. Además, que el dinero que se invierta en las monedas virtuales sea para compra de armas para los grupos terroristas del mundo.
Tal vez el principal riesgo es perder el dinero que con tanto esfuerzo ahorró, porque no hay bancos que avalen este tipo de transacciones, no existe un respaldo físico, es decir, la moneda no puede tenerse a su nombre o de manera física.
Al oído del viento se escuchan rumores que afirman que muchas personas del corregimiento de Santa Elena invierten sus ahorros en monedas virtuales. La forma de invertir es decisión personal. Analice muy bien la situación, porque como decían los abuelos: “de eso tan bueno, no dan tanto”. Pida asesoría para que sus ahorros no terminen volando por las nubes.
Fotos tomadas de internet.