¿Qué nos ocultan?

El 19 de diciembre debía ser entregado (o eso era lo que se esperaba, tal como se anunció) el estudio contratado por la Empresa de Desarrollo Urbano -EDU- que indagaba sobre las causas de las grietas en varias edificaciones y la iglesia en la parte central, las cuales se evidenciaron en marzo del 2018.
Recordemos que en marzo del año anterior fueron desalojadas la iglesia (el viernes antes de Procesión de Ramos y previa a Semana Santa) y varias viviendas de la familia Hincapié, además del local donde funcionaba el restaurante El Monasterio. La orden de desalojo oficial fue emitida por el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres, Dgred, por considerar que dichos agrietamientos representaban riesgo para las personas. Ya casi se cumple un año de la alerta y desalojo debido a las grietas y aún no se conocen las causas. Lea también: http://www.viviendosantaelena.co/una-parroquia-de-58-anos-sin-su-templo/
Muchas especulaciones han ido y regresado, dando vuelta por toda la información, poca muchas veces, que se ha conocido sobre el tema. Se descartó la responsabilidad de las obras de la Casa de la Cultura, también de la construcción del alcantarillado y, la Concesión Túnel Aburrá Oriente, así como la Gobernación de Antioquia, dueña de la megaobra, también salieron al paso a decir que nada que ver con las obras del Túnel de Oriente. Mientras el tiempo pasaba, las detonaciones de la excavación del túnel seguían, se evidenciaban grietas en otros sectores del corregimiento, se continuaba hablando de las decenas de aguas perdidas que tiene el parque principal bajo su superficie que también podrían ser las causantes y las familias, además de los feligreses desalojados, sólo han visto pasar el tiempo sin una respuesta.
Para evitar especulaciones y facilitar el hallazgo de las verdaderas causas, se contrató un estudio llamado ‘independiente’ (sin vinculación con los posibles entes responsables) para hacer mediciones, estudios y averiguar el origen de los agrietamientos. Desde el comienzo la comunidad insistió que las grietas no sólo aparecieron en la parte central y que era necesario incluir otros sectores como El Plan, la zona del Recreo, la parcelación Santa Teresa, así como algunos lugares en las veredas San Ignacio, El Cerro, La Quiebra, El Progreso y Sajonia, entre otros. Ese estudio fue el que contrató la EDU y tenía como fecha de entrega el 19 de diciembre de 2018.
Vamos en febrero 24 de 2019 y nada que se conocen los resultados del estudio. Al indagar por el documento y sus resultados, primero con el Dgred y luego con la EDU a VIVIENDO SANTA ELENA se le informó que efectivamente el informe fue entregado oficialmente el 19 de diciembre al contratante, es decir la EDU, pero que lo siguiente era surtir un trámite interno de revisiones antes de socializar con la comunidad. También se nos informó que sería primero entregado a la Comisión Accidental del Concejo de Medellín pendiente del tema y que coordina el concejal Carlos Alberto Zuluaga Díaz y posteriormente a la Mesa de Trabajo que se creó en el corregimiento para este asunto. Sin embargo, hasta ahora, ni lo uno ni lo otro. Puede leer también http://www.viviendosantaelena.co/sobre-las-grietas-otra-sesion-del-concejo-sin-conclusiones-ni-responsables/
El retraso para la socialización del estudio genera muchas suspicacias. ¿Por qué si cuando se contrata algún producto con dineros públicos, el contratante recibe el respectivo estudio o documento final, se procede a liquidar contrato, pero el producto es absolutamente público una vez el contratista entrega los resultados? Por la delicadeza del asunto, se entiende que las entidades responsables se tomen un tiempo para analizar los datos y los resultados, pero no es lógico que hayan pasado dos meses y aún la comunidad, peor aún las familias afectadas y las directivas eclesiales del corregimiento, desconozcan las conclusiones de dicho estudio.
Las preguntas que quedan en el aire generan mucha incertidumbre: ¿los resultados determinan la responsabilidad de alguna entidad pública importante y se busca la manera de ‘suavizar’ dicha responsabilidad o ir dilatando para que no se conozca? O acaso ¿son tan contundentes los resultados, que es delicado comunicarlos a la opinión pública? ¿Las conclusiones derivan en responsabilidades de indemnización o pago a las familias afectadas y tal vez finalizando administraciones (con vigencias 2019 ya comprometidas) no sería tan fácil responder? Advertimos que estas son preguntas que nos hacemos nosotros como medio de comunicación, sin embargo, coinciden con las de varios ciudadanos del corregimiento que ya han preguntado por este estudio y no han recibido respuesta.
Esperamos con ansias el día de presentación de estos resultados y ojalá no se cumpla el año de la orden de desalojo, que ya está cerca (24 de marzo), sin que la comunidad conozca los detalles del estudio. Y también, como medio de comunicación, esperamos estar equivocados sobre las suspicacias que genera el retraso en la entrega de los resultados. Amanecerá y veremos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Ir al contenido