Santa Elena se escribe con S de Solidaridad

Desde siempre en el territorio de Santa Elena se respira la solidaridad. La comunidad, de cualquiera de sus veredas, se preocupa por el estado de sus vecinos, por la salud de alguien, por el bienestar de otros. Desde el siglo pasado, los movimientos solidarios del territorio de Santa Elena han generado la construcción de la iglesia, del centro de salud, de la cooperativa, de muchas carreteras que se hicieron por convite y de muchos ‘tajos’ de caminos lejanos de la vía principal que fueron mejorados a pico y pala entre muchas personas. Ese valor, por fortuna, no se ha perdido y crece con el tiempo, a pesar de la mezcla cultural que se da hoy en el territorio entre habitantes que nacieron en la zona y otros llegados de la urbe en busca de mejor aire y calidad de vida.

No son tiempos buenos para nadie. La llegada del Covid19 o Coronavirus desde comienzos de marzo de este 2020, bisiesto y raro, genera un sentimiento de incertidumbre que impide ver con alegría el futuro cercano y saber si, luego de la cuarentena obligatoria hasta el 13 de abril, sólo será salir y ahí estará la normalidad de nuevo en la puerta y para todos. Tal vez no, a lo mejor haya que reacomodar las cargas a nuevas condiciones, porque lo que esta crisis genera y producirá aún es incierto.

Lo que sí es un hecho, de los más notables, es que esta contingencia ha despertado el valor más bonito que tiene la gente del territorio de Santa Elena: la solidaridad. Muchas personas piensan hoy en cómo resolver el hambre de otras antes de irse a dormir. O cómo se puede apoyar para que las familias necesitadas del corregimiento sí puedan acceder a las ayudas del Estado, las cuales, a veces por tanta burocracia y vuelta, no son cercanas para todos. Y las preocupaciones tienen todos los calibres: conseguir medicamentos, calmar hambres, resolver dudas, conseguir esto o lo otro, mediar para un permiso para alguien que realmente sí tiene una causa de fuerza mayor, gestionar una ayuda o una queja, ayudar para que alguien pueda reclamar un subsidio que siempre le pagan en la ciudad, pero esta vez tocó en Santa Elena y no se sabe cómo y así, una lista larga de asuntos de todos los grosores.

Desde mediados de marzo y viendo las dificultades por el virus en la puerta del corregimiento, un grupo de organizaciones como la Red Turística; las edilesas Cristina Gallego y Carolina Mejía, del Movimiento Estamos Listas; la Asocomunal; los medios de comunicación Santa Elena Online, Radio Vopaleson, Radio Chakaruna, Kesconde Santa Elena y Viviendo Santa Elena y algunos transportadores y domiciliarios, así como la Subestación de Policía de Santa Elena se unieron para crear una estrategia llamada Conecta Santa Elena. Y nació con la inquietud de apoyar a estos productores y transformadores del territorio que se quedaban sin lugar donde vender sus productos con el cierre de todos los mercados físicos, a quienes se apoyaría con una estrategia virtual para ayudar en la comercialización. Pero luego en el camino empezaron a aparecer otras necesidades y Conecta Santa Elena a crecer como una bola de nieve. Eso obligó a todos los participantes a organizarse en comisiones para recibir donaciones, hacer trueque, coordinar una red de apoyo, crear un grupo de madrinas para apoyar familias, estructurar el portal virtual y dirigir todo lo relacionado a comunicaciones. Pasados 15 días, son más de 50 personas las que están trabajando de manera voluntaria y decidida en todos los temas de Conecta Santa Elena, con el fin de que las familias del Corregimiento puedan atravesar esta crisis con mediano bienestar, mientras las circunstancias de propagación de la enfermedad lo permitan. Hoy, por obvias razones y en plena cuarentena, muchas tareas se hacen desde la quietud de los hogares y guardando todos los protocolos de seguridad.

Esta crisis ha evidenciado que, aunque Santa Elena sea la niña mimada de la Administración Municipal, muchas son las familias que necesitan ayuda, son infinitas las necesidades de la comunidad del territorio que, aunque uno no crea, pasan malos ratos porque trabajan para el diario, son mujeres cabeza de familia, o sobreviven de las cositas que venden en el cable, o son artesanos (de estos hay muchos casos), son adultos mayores sin mayor acompañamiento o personas en condición de discapacidad. Pero sólo una crisis como esta nos ha permitido saber cómo está el vecino y también entender que alguien puede necesitar apoyo, pero tal vez otra persona puede tener más prioridad para la ayuda. Eso es bonito y habla muy bien de Santa Elena y será un ejemplo de ciudad cuando todo esto pase y podamos contar las anécdotas que nos dejó esta circunstancia. Por ahora, hay que tener fe, esperar que la contingencia pase pronto con el menor impacto posible, QUEDARSE EN CASA (esto es lo más importante) y ayudar, si a cada uno de ustedes les queda fácil y les nace. Que la palabra que se siga utilizando por siempre en el territorio sea Solidaridad.

2 comentarios en «Santa Elena se escribe con S de Solidaridad»

  • el 27 marzo, 2020 a las 9:53 am
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    Siempre tenemos que ver las crisis como una oportunidad de cambio, Solidaridad y pensar en alternativas que redunden en el bien estar de cada familia y de la comunidad en general.
    Gracias Ana Isabel y a todo el equipo que está apoyando en ésta gran labor.
    Para mí Dios sea la gloria de lo que está pasando.
    Que mí Dios los guíe.

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    • el 31 marzo, 2020 a las 11:22 am
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      Gracias Gloria por tu comentario. La realidad es que esto tiene que ser una oportunidad para juntarnos en favor de los que menos tienen y a una sola voz poder atravesar esta crisis.

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