Sobre las grietas, otra sesión del Concejo sin conclusiones ni responsables

Por VIVIENDO SANTA ELENA

Una nueva sesión del Concejo de Medellín se realizó el pasado 3 de julio, sin aportes concluyentes ni soluciones a la vista para las familias y personas afectadas en el Corregimiento por las grietas que se evidenciaron en marzo del presente año. Y es que son muchas las expectativas puestas en las autoridades municipales, departamentales, el Concejo de Medellín y la Asamblea de Antioquia en relación con este tema, pero para la comunidad las respuestas aún no son ni satisfactorias ni resuelven el gran dilema de quiénes o qué son los causantes de las averías en las principales edificaciones de la centralidad. Tampoco se sabe (ni se dice) quién ni de qué manera reparará los daños de las edificaciones afectadas, pues este tema ni se menciona en los debates y cada entidad cuestionada sobre su posible responsabilidad evade las respuestas y presenta en su lugar argumentos para decir que “una cosa no tiene relación con la otra”, para referirse a que, por ejemplo, las obras del Túnel de Oriente no tienen nada qué ver con los agrietamientos que hoy se presentan en el corregimiento. (Lea también http://www.viviendosantaelena.co/la-verdad-sobre-las-grietas/)
Eso fue lo que se debatió en la reciente sesión del Concejo, convocada por el concejal Carlos Alberto Zuluaga, que, entre otros aspectos, se citó varias veces, se aplazó otras tantas y se cambió de lugar y horario en tres ocasiones para ser realizada finalmente el mismo día y después del partido en el que Colombia fue eliminada del Mundial de Rusia 2018. Total, a esta sesión sólo fueron algunos de los afectados, tres ediles de la Junta Administradora Local a pesar de que son siete y algunas personas de la comunidad, pues estuvo rodeada de desmotivación, desinformación, cambio de horario y una convocatoria poco efectiva para que pudiera asistir el ‘grueso’ del corregimiento. A eso se suma que, de los 21 concejales que había en el recinto cuando se inició la sesión, en el transcurso de la misma se fueron yendo, se diluyeron en sus chats individuales y se ausentaron silenciosamente para que al final no quedara ni la mitad de los concejales que conforman el quórum.
Una sesión con muchos sinsabores, cero respuestas y la sensación de que con este tema puede pasar lo mismo que con los vecinos del sector de Occidente que todavía hoy, 12 años después de su inauguración (20 de enero de 2006) y a puertas de iniciar obras para un segundo túnel aún no obtienen respuestas, mucho menos compensaciones por agrietamientos o pérdida de agua.

Las lluvias

Desde que comenzó la emergencia, en marzo de 2018, se integró una comisión técnica conformada por el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres (DAGRD), el Departamento Administrativo del Sistema para la Prevención, Atención y Recuperación de Desastres de la Gobernación de Antioquia (DAPARD), Corantioquia, Cornare, Concesión Túnel Aburrá Oriente, Subsecretaría de Servicios Públicos de Medellín y Empresa de Desarrollo Urbano (EDU), con la participación también de la Secretaría de Infraestructura del Departamento de Antioquia. (Lea también: http://www.viviendosantaelena.co/santa-elena-con-la-fe-agrietada/)

Durante la sesión, el DAGRD informó a la comunidad que, durante los meses de marzo, abril y mayo, de acuerdo con los informes del Sistema de Alertas Tempranas del Valle de Aburrá (SIATA), se incrementó el nivel de lluvias en el corregimiento. Eso ha saturado los suelos, ha aumentado el nivel freático (aguas subterráneas) y ha generado vulnerabilidad en las edificaciones. Indicó que la primera acción definida cuando comenzó la emergencia fue suspender el ingreso de vehículos a la centralidad para evitar las vibraciones en el parque y a la par se ha estado monitoreando que las grietas no aumenten de tamaño, lo cual no ha ocurrido según aclaró.
Durante los meses de abril y mayo la comisión visitó varios predios, no sólo en la centralidad, sino en las Veredas El Placer, El Cerro y la Parcelación Santa Teresa (en total, 19) para identificar los daños y afectaciones. El resultado, según la entidad, es que no hay daños que comprometan la estabilidad de estas casas.

De acuerdo con el estudio realizado las causas son deficiencias constructivas, degradación de los materiales utilizados para las construcciones o vida útil cumplida de los mismos, ausencia o insuficiencia de obras de drenaje y carencia o ausencia de mantenimiento de las mismas estructuras.
“De acuerdo con todas estas inspecciones técnicas no existe un patrón de comportamiento definido que sirva como indicador de una problemática regional”, afirmó Jaime Enrique Gómez, director encargado del DAGRD.
En cuanto a la afectación de la flora, sobre todo en la Parcelación Santa Teresa, de acuerdo con los estudios realizados por Corantioquia y Cornare, se afirma que las afectaciones de árboles que se han caído o inclinado se deben al alto nivel de humedad y la desestabilización de las raíces.
De igual forma, el DAGRD indicó que una vez se presentó la emergencia, se activó el protocolo de acompañamiento social por parte de la Secretaría de Inclusión Social y Familia, para apoyar a las familias afectadas. Indicó que se les entregó un paquete alimentario y se remitieron al Instituto Social de Vivienda y Hábitat de Medellín, Isvimed, para verificar posibilidades de incorporación a sus programas, pero se encontró que dichas familias no cumplían los requisitos de ley para ser beneficiarias del subsidio de arrendamiento.

La Concesión

El informe de la Concesión Túnel Aburrá Oriente, después de hacer varias mediciones, concluyó que “en la centralidad de Santa Elena hay mucha saturación de aguas y alto nivel freático”, informó el funcionario del DAGRD. Agregó que se descarta, además, que las averías y agrietamientos de las edificaciones se deban a las detonaciones del túnel, debido a que su impacto es muy pequeño y todo se hace bajo las normas y tecnología europeas para la excavación de túneles.
Igualmente, dijo que se hicieron seguimientos en la zona del parque y no se encontraron fugas en el acueducto, solo dos pequeños problemas en el alcantarillado: una ruptura de tubo y una roca que obstruía. “El acueducto y alcantarillado no presentan problemas para la centralidad” dijo Jaime Enrique Gómez.
Así mismo dijo que por parte de la EDU se hizo una contratación para hacer un monitoreo sísmico para verificar si las grietas son por las detonaciones del túnel. Este contrato iniciará pronto, por lo que la comunidad señala que, entonces, aún no hay conclusiones sobre los responsables de las grietas y el informe presentado en el Concejo no es un informe definitivo. El DAGRD indicó también que, con otra contratación, se hará un estudio morfodinámico, hidrogeológico y monitoreo a las edificaciones afectadas, el cual también se iniciará en este mes de julio.

Lo que dicen los concejales

El concejal Carlos Alberto Zuluaga afirmó que “Los estudios son contundentes, pero la comunidad no los comparte, porque son quienes viven las afectaciones por las grietas”. De igual forma, recordó que desde que se presentó la situación, la comunidad solicitó un estudio independiente, realizado por las universidades para cotejarlo con los informes oficiales. En este sentido, dijo que es necesario hacer otro análisis, puesto que el realizado por la firma contratada, “que al parecer se unieron para contratarlos”, no deja tranquilidad para la comunidad con respecto a la situación.
El concejal Jesús Aníbal Echeverri, afirmó que “sigue la zozobra” y expresó que los estudios no son lo que se esperaba. Así mismo, cuestionó por qué después del paso del túnel se agrietan las viviendas en el corregimiento. Fue contundente en la solicitud de buscar soluciones a los problemas para evitar daños mayores y propuso que se haga un estudio con soluciones reales para la comunidad que necesita tener absoluta seguridad y no probabilidades. Dijo que se requiere análisis, solución y cuánto vale ese nuevo estudio para garantizar procedimientos efectivos para la gente.
El concejal Héctor Francisco Preciado, residente y afectado por los agrietamientos aclaró que, aunque no reclama para él sino para la comunidad, a pesar de tener él mismo averías en su casa en la Parcelación Santa Teresa: “No me reconforta, ni me deja tranquilo, por el contrario, me preocupa. El problema no empieza en marzo, sino de tiempo atrás. Hay que tener en cuenta que el túnel tiene una Licencia Ambiental en entredicho, a esto se le suma que hicieron cambio de trazado y es necesario saber ¿cuál es la carga explosiva utilizada? ¿cómo se hizo la triangulación básica?”. Además, indagó sobre los estudios de geofísica del túnel, los diseños y cuestionó si están evadiendo las responsabilidades, porque, agregó, es muy raro que esto venga apenas a pasar ahora, porque la iglesia no tiene ni dos, ni tres, ni 10 años sino 70 y preguntó “¿de quién se quieren burlar? ¿a quién no le quieren dar explicaciones de las obras que hacen?”.
En lo que respecta a las detonaciones afirmó que es importante analizar que la dinamita genera sismos y estos no se presentan de manera inmediata; que es necesario conocer qué dinamita usan, a cuánta profundidad, si se sienten o no estas detonaciones. “¿Por qué cuando se denuncian los agrietamientos cesan las explosiones, pero cuando sale el informe se vuelven a sentir en el corregimiento?”, agregó. Igualmente, el edil solicitó estudio hídrico, geofísico, triangulación de medición de energía con explosivos y sobre todo quien le responderá a la comunidad. Al finalizar su intervención, solicitó que le informen a la comunidad qué estudios se hicieron antes de iniciar las obras del túnel.
Por su parte el diputado de la Asamblea de Antioquia, Carlos Ríos, dijo que se requiere un estudio especializado para determinar las causas porque hasta ahora, según la información presentada por el DAGRD, parece que no hay un informe definitivo y preguntó ¿hasta cuando la comunidad tendrá qué esperar? Agregó que se trata de afectaciones reales y que es necesaria una intervención pronta para solucionar las situaciones que se están presentando.

¿Y la comunidad? Preocupada

Las personas de Santa Elena que asistieron a esta sesión del Concejo expresaron su preocupación por la desaparición de nacimientos de aguas y pozos para los cultivos, al tiempo que manifestaron que se habla de grietas, averías en las casas, pero aún no se menciona lo que pasará con el agua, tal como ocurrió con las obras del Túnel de Occidente en los corregimientos de San Cristóbal y San Sebastián de Palmitas, donde desaparecieron decenas de quebradas y nacimientos. Pidieron solución al Isvimed para la familia Hincapié, recordaron que el corregimiento es turístico y patrimonial y solicitaron que los informes del DAGRD no fueran definitivos, sino considerados como punto de partida para encontrar soluciones a la situación, entre otras porque insistieron en que se necesitan estudios independientes, realizados por universidades y que no sean contratados por las mismas entidades que pueden ser responsables de los daños. Todo para que no sea, como ellos dicen, ‘los mismos con las mismas’.
Pidieron acompañamiento al corregimiento de manera integral y agregaron que es necesario seguir estudiando y no sólo decir que todo se debe a la saturación de los suelos por lluvias, así como al alto nivel freático (aguas subterráneas) en la zona central, circunstancia que no es de hoy. Llamaron la atención sobre el carácter patrimonial de la iglesia, con más de 70 años de construida y que no es posible que sólo hasta ahora se haya agrietado a pesar de llevar tantos años en pie. También preguntaron quién responderá y de qué manera se atenderá a las familias afectadas en la recuperación de sus viviendas y a la comunidad de Santa Elena que está adolorida con el cierre de su tradicional iglesia.
De igual manera, insistieron en que es necesario que les crean, que muchos líderes de la comunidad llevan registro juicioso de las detonaciones constantes por parte del constructor del túnel y que esas explosiones la comunidad no se las está imaginando ni son un invento, que en ese sentido la población afectada no puede ser tildada de mentirosa.
Pasadas las 8 de la noche, en un día muy triste para Colombia, terminó esta sesión del Concejo, reunión que sólo sumó un mal sabor a un día que ya había sido bastante doloroso. Para la comunidad afectada realmente no se ven soluciones prontas y, dicen, que duele más “el ‘rifirafe’ de las entidades, cubriéndose la espalda unas a otras para decir que ese muerto no lo cargo yo”.

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