Un desfile mágico y con mucha conciencia

Por Ana Isabel Rivera Posada

La diversidad de nuestro país, la conservación del medio ambiente, la paz, los derechos de los niños y niñas y la importancia de la tradición silletera fueron la base de la mayoría de las silletas de este desfile número 61 del 2018. En el cierre de la Feria de las Flores, que este año se realizó el 12 de agosto por la posesión presidencial, participaron 510 silleteros, de los cuales 420 eran adultos, 40 niños y 50 junior. Salieron de 17 Veredas del Territorio Cultural* (San Miguel, El Porvenir, Perico Mazo, El Llano, San Ignacio, Piedras Blancas, parte central, La Palma, Barro Blanco, El Plan, Piedra Gorda, Pantanillo, El Cerro, El Rosario, El Placer y Media Luna) y estaban distribuidos así: 25 silleteros pioneros que desfilaron sentados en los autos clásicos, 55 silletas comerciales, 24 emblemáticas, 40 artísticas, 86 monumentales, 190 tradicionales , 40 infantiles y 50 junior.

vea aquí la nota en video del más joven de la categoría:

Buena organización

Este año hubo varias novedades, entre ellas que entró en vigencia la Categoría Artística que se inscribió el año anterior y fue refrendada mediante Acuerdo Municipal. Así mismo, los silleteros desfilaron en un orden diferente al de años anteriores, pues las tradicionales, que eran repartidas a lo largo del trayecto en varias tandas, casi abrieron el evento.
La logística y la organización, a cargo de la Alcaldía de Medellín, estuvo bastante ajustada a los tiempos, con la movilización de las silletas desde las 4:00 a.m. Evaluaciones muy tempranas y juzgamiento a partir de las 11:00 am, el absoluto ya se conocía a las 12:45 pm, para comenzar desfile y transmisión por televisión regional a la 1:58 en punto. Y la comida y los baños también estuvieron ajustados y acordes a las necesidades de los silleteros.
También los niños, niñas y adolescentes que fueron escogidos para ir al desfile de los mayores, participaron durante el primer semestre de un proceso de inmersión y capacitación sobre la cultura silletera, para preservar la tradición.
Vea el video del presidente de la Corporación de Silleteros, Oscar Atehortúa:

Mucho qué contar

Hubo mucha variedad en los momentos previos al desfile. La evaluación de las silletas comenzó muy temprano, antes de las 7:00 de la mañana y se determinaron jurados diferentes para cada categoría, lo que facilitó que se cumpliera con la agenda y fuera más ágil el juzgamiento. Los primeros evaluadores fueron muy exigentes en las medidas de las silletas, la verificación de los documentos, la vestimenta y algo que no se había hecho antes, poner al silletero (a) a cargar solo la silleta y a moverla en sitio para determinar si podía o no con el peso de su obra. Aquí, algunos de los participantes manifestaron inconformidad porque dicha exigencia no está en el reglamento y el silletero no está obligado a cargarla él solo en el sitio de llegada porque cuando empieza el desfile casi siempre tienen ayuda de los scouts o voluntarios. Hubo casos de silletas, más que todo artísticas, demasiado pesadas que generaron gran expectativa en los jurados y en los demás silleteros, porque al calibrarse el peso para la evaluación, ahí podía presentarse alguna descalificación. Caso especial el del Willys (Yipao) elaborado por Juan Alejandro Gallego Flórez, de la Vereda La Palma, que no fue tenida en cuenta para la premiación por la forma como fue elaborada (Ver galería de fotos).

Los lunares

Aunque el transporte funcionó mejor que en años anteriores, algunos silleteros llegaron más tarde de lo normal. Varios aseguraron que vieron muchas silletas que no alcanzaron a ser evaluadas.
De igual forma, se presentaron críticas por parte de algunos silleteros (y comentarios de hasta personal de la Alcaldía de Medellín) en relación con dos de los ganadores. Uno fue el primer puesto de la Categoría Artística (Huber Alberto Hincapié Rodríguez, Vereda San Ignacio), de la que se escuchó “que había más bonitas y elaboradas, que no era un mensaje contundente, que no se supo qué criterios tuvo en cuenta el jurado para evaluar esta silleta como lo hizo y porqué ganó categoría”. El otro fue el ganador de la Categoría Monumental (Jesús Orlando Grajales Atehortúa, de la Vereda El Plan) quien, a su vez fue el Ganador Absoluto, cuya silleta, expresaron algunos de sus colegas, violaba claramente el reglamento al tener “repollas” en el diseño, asunto que claramente está prohibido para las silletas monumentales, de manera explícita en el reglamento consignado en la Circular Informativa de 2018, la cual “hace parte integral del contrato de Estímulo Silletero suscrito entre el silletero participante y el organizador del Desfile de Silleteros o el asociado que este designe para el efecto”, según reza textualmente en el documento.
Este año quedó también la sensación de un desfile más corto, con menos colorido de actividades adicionales como comparsas y danzas, menos carrozas y poca participación cultural de otros grupos de la ciudad.

Los ganadores
Estos fueron los ganadores en cada una de las categorías en esta versión 61 del Desfile de Silleteros:
Tradicional: John Jairo Grajales Gómez, de la Vereda El Porvenir.

Comercial: Ítalo Alonso Soto Grajales, de la Vereda El Cerro.


Infantil: Mariana Ríos Grajales, de la Vereda Perico


Junior: Sebastián Grajales Hincapié, de la Vereda San Ignacio.


Emblemática: Diego Antonio Londoño Londoño, de la Vereda Barro Blanco.


Artística: Huber Alberto Hincapié Rodríguez, de la Vereda San Ignacio.


Monumental y Ganador Absoluto: Jesús Orlando Grajales Atehortúa, de la Vereda El Plan.

El mejor cierre

Siempre son muchos los sinsabores de un evento como este, cada año hay lágrimas de emoción y de tristeza, rabias y maluqueras por lo que pudo ser y no fue, alegrías y gozo para otros. El común denominador es la certeza del deber cumplido, la satisfacción de ver la emoción y el júbilo de los antioqueños al paso de nuestros campesinos, las frases de ‘Santa Elena la grande’, ‘Hermosas las silletas, se lucieron’, el tradicional ‘vuelta, vuelta’, los millones de fotos que el evento más fotogénico de la ciudad produce, la gente apostada cuidando puesto desde muy temprano en los lugares por donde pasa el desfile, la humildad y la alegría de los silleteros para ‘acercar’ las silletas al público que está detrás de las infinitas vallas y que no puede pagar boleta para que puedan saludarlos, homenajearlos y tomar las fotos con detalle y un sinnúmero de sensaciones hermosas que produce el gran protagonista de la Feria de las Flores, el Desfile de Silleteros. Terminada la feria, descansan nuestros campesinos un año, pero desde ya empiezan a pensar en su obra de 2019, con la esperanza de ver retribuido su trabajo con algún premio. Si no, como bien dijo un campesino, “la gente es la que le da valor a esto, si no fuera por la gente…”.

*Territorio Cultural: Concepto difundido por el Periódico VIVIENDO SANTA ELENA sobre la necesidad de reconocer a Santa Elena como una zona que trasciende las fronteras administrativas e incluye Veredas que están en la jurisdicción de Medellín, Envigado, Guarne y Rionegro. Así las cosas, Santa Elena como Territorio Cultural tiene 19 Veredas.

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