Ya BanCO2 está en Santa Elena

Por Soledad Trujillo Vélez

José Raúl Grajales Atehortúa lleva casi 60 años acariciando el campo con sus manos y su azadón, sembrando vida, flores y esperanzas por ese amor que tiene por la naturaleza, herencia que le dejaron en el corazón sus padres y ancestros. Gracias a este compromiso, la Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los Ríos Negro y Nare, Cornare, la Gobernación de Antioquia y la Corporación Regional del Centro de Antioquia, Corantioquia, en apoyo con Bancolombia, lo seleccionaron para ser beneficiario de BanC02. Este proyecto busca capturar el carbono liberando el oxígeno que se encuentra en los bosques, humedales y zonas marítimas para cuidar las especies naturales como son los árboles y animales. Es decir, el proyecto les paga a los campesinos por cuidarlos.

Inicialmente, lo visitaron a finales del año anterior y le dijeron que debido a que su propiedad estaba en la zona de influencia del Túnel de Oriente y por el bosque nativo que tenía en el predio, sería favorecido con los aportes económicos del proyecto.

Empleados de la Concesión Túnel Aburrá Oriente S.A estuvieron en el lugar de don Raúl y verificaron que el terreno cumpliera con los requerimientos.

La propiedad tiene 2.5 cuadras y el túnel que pasa a unos 100 metros en línea recta, requisito para ser parte del proyecto. El área total del terreno es de 17 mil metros cuadrados aproximadamente.

En esta propiedad encontraron un bosque nativo con excelentes condiciones para ser parte de BanC02, es decir, donde se encuentran especies antiguas, robles de más de 50 años y una adecuada conservación del mismo. “Aquí hay árboles muy viejos y otros que apenas tienen 15 días” afirma don Raúl.

El bosque

BanC02 busca que se preserven los bosques nativos, porque ellos garantizan la conservación del agua; para ello contactan a los propietarios, hacen mediciones, las cuales no son como en otros tiempos, con pasos, sino que las efectúan con un aparato que determina el área de influencia, la extensión y la cercanía del proyecto; además analizan las especies nativas que se encuentran en el bosque para garantizar su protección.

La reserva de bosque que se encuentra en el terreno de este campesino tiene un poco más de una hectárea, cumple con todos los requisitos exigidos por el proyecto BanC02 y por esto, le pagan una suma cercana a $250.000 (doscientos cincuenta mil pesos) mensuales que le permite mejorar su calidad de vida. “A mí me dan un poquito más de este dinero, porque tengo más de la hectárea en monte”, explica.

Las especies que se encuentran en el bosque no solo son árboles, también hay muchos pájaros que embellecen el paisaje y se convierten en un deleite para las personas que visitan El Porvenir, nombre que tiene la finca. Además, se pueden observar en estas especies que se encuentran a punto de desaparecer como la guagua.

¿Cuánto dura el proyecto?

Luego de varias visitas de los técnicos encargados de concertar con los propietarios de predios que tienen en su interior bosques nativos, llegaron las condiciones para ser parte de esta iniciativa.

Los compromisos son: evitar que se talen árboles, se tire basura o se hagan actividades que atenten contra la naturaleza. La idea es cuidarlo, conservarlo y protegerlo.

El proyecto tiene una duración de 10 años y con ello se puede cuidar este bosque para futuras generaciones, para la comunidad y para convertirse en un pulmón para la ciudad. “Las exigencias son pocas. Hay que mantener el monte en las condiciones que se requieren y evitar que personas extrañas corten árboles, ramas, saque piecitos para sembrar. Además, usted puede pedir permiso para construir una vivienda siempre y cuando respete el bosque” dice Raúl Grajales.

Inicio del proyecto

El proyecto se inició en marzo de este año, pues lleva cuatro meses recibiendo el aporte económico por el cuidado medioambiental y gracias a esto, puede pagar los impuestos de este predio, que tiene escritura independiente del terreno en el cual se encuentra la casa y además le permite embellecer el resto del espacio, el cual cuenta con un mirador hacia la ciudad. “Antes me tocaba hacer mucha fuerza y mirar cómo iba a pagar los impuestos. Con decirle que es más del triple de lo que pago por el otro lote” dice Grajales Atehortúa.

Los recursos para la protección de los bosques nativos cercanos a la zona de influencia del Túnel de Oriente son producto de las regalías exigidas por la Gobernación de Antioquia y Cornare, para preservar la naturaleza y los montes los cuales conservan el agua evitando que se pierda. “Mi predio está muy cerca a la Quebrada La Presidenta y hay otro nacimiento que hay que cuidar”, dice.

Otras actividades

Complementario a estas acciones, este silletero combina sus actividades con las visitas de turistas a su predio y tiene adecuado el espacio para la difusión de la cultura silletera.

Quienes van a la Finca El Provenir se comprometen con el cuidado del ambiente, por lo tanto, no deben arrojar basuras, cortar los árboles y mucho menos atentar contra los animales que se encuentran en la reserva.

Para evitar que esto pase, hizo unos senderos que bordean el bosque. “Yo no dejo meter mucha gente al bosque. Yo lo cuido mucho. Cuando son pocos, yo mismo los llevo, para evitar que me quiebren árboles, ramas, espanten los animales”.

El terreno es un paraíso en medio de fincas de recreo. Un espacio para conservar el medio ambiente, el agua, la naturaleza. Un punto de tranquilidad en donde muchas personas van a disfrutar del panorama, de la variedad de aves que se pueden observar y deleitar el alma y el espíritu.

Con ese amor y entrega, este campesino cuida su tesoro, recibe turistas, habla de la cultura silletera, fabrica las silletas y participa cada año en la Feria de las Flores y siembra aromáticas, flores, verduras y hortalizas para su consumo.

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