Hoy, conmemorando a Santa Elena, patrona de las causas perdidas
Cada 18 de agosto, según el calendario eclesiástico, se conmemora el día de Santa Elena, quien apadrina nuestro corregimiento y le da nombre a la iglesia de la parte central, por ahora en proceso de reconstrucción. Hoy es el día de Santa Elena, que significa “antorcha resplandeciente”.
Esta santa fue famosa por ser la madre del emperador Constantino, que les concedió la libertad a los cristianos después de tres siglos de persecución y por haber logrado encontrar la Santa Cruz de Cristo en Jerusalén.
Santa Elena nació en el año 270 después de Cristo (d.C.), en Bitinia (hacia el sur de Rusia, junto al Mar Negro). Era hija de un hotelero y especialmente hermosa. La historia cuenta que llegó por esas tierras un general muy famoso del ejército romano, llamado Constancio Cloro, se enamoró de Elena y se casó con ella. De su matrimonio nació un niño llamado Constantino, quien sería célebre por concederles la libertad a los cristianos. Posteriormente, el entonces emperador de Roma, Maximiliano ofreció al esposo de Elena convertirlo en su mano derecha con la condición de abandonar a su esposa y casarse con la hija del emperador. Constancio, con tal de obtener tan alto puesto, repudió a Elena y ella se dedicó durante 14 años a llevar una vida de santidad. Cuando murió Constancio Cloro, Constantino, hijo de Elena, fue proclamado emperador por el ejército.
Una visión, una cruz
Luego de una victoria y después de ver una visión en sueños en la que Cristo le mostraba una cruz y le decía “Con este signo vencerás”, el nuevo emperador decretó que la religión católica tendría en adelante plena libertad (año 313). Con este decreto terminaron tres siglos de crueles y sangrientas persecuciones que los emperadores romanos habían desatado contra la Iglesia de Cristo. Elena fue nombrada emperatriz por su hijo y hasta se acuñaron monedas con su imagen. Constantino le dio plenos poderes para que para que empleara el dinero del gobierno en las obras buenas que ella quisiera y luego ella se convirtió al cristianismo. Luego se fue a Jerusalén, tras haber tenido una revelación celestial y se dedicó a excavar en el sitio donde había estado el Monte Calvario y allá encontró la cruz en la cual habían crucificado a Jesucristo (por eso la pintan con una cruz en la mano).
Dicen los católicos, que a Santa Elena se le ora para encontrar objetos perdidos y para que interceda en las causas más difíciles, casi perdidas.