“Siembras de casas”, un riesgo presente en Santa Elena
Por Ibeth Cristina Cortés Mesías*
Imagen de portada: Deslizamiento en Alto de la Mora en junio de 2021 (Foto Cortesía).
De manera dramática, se escucha decir en Santa Elena que, donde antes había huertas y sembrados, hoy hay casas. Y es que, para muchos habitantes del territorio es más rentable “sembrar casas” que hortalizas, pues la labor agrícola es desagradecida, por costosa, por compleja y difícil y porque, en la mayoría de los casos, no retribuye económicamente ni en esfuerzos a las familias que se dedican a sembrar.
Desde hace años se advierte un crecimiento urbano desbordado en Santa Elena, que acarrea riesgos ambientales, culturales y sociales, entre otros. En el territorio muchas personas han optado por construir casas para vivir, rentar o vender, lo que ha generado un aumento de infraestructuras que se construyen sin tener en cuenta las medidas técnicas necesarias, el personal idóneo o las respectivas licencias, generando distintas problemáticas para el territorio y su gente y afectando los recursos naturales.
No hay más para dónde
La corregidora, Eliana Katherine Gómez Mejía, afirma que “Santa Elena alcanzó su nivel máximo de desarrollo según el Acuerdo 048 de 2014 del POT (Plan de Ordenamiento Territorial)”. Además, indica que actualmente hay 485 procesos activos por construcciones que atentan contra la integridad urbanística del territorio. Éstos, pueden incluir más de una edificación (algunos tienen, incluso, 10 ó 20 casas), para los que se están evaluando las medidas correctivas a aplicar, las cuales pueden ir desde multas hasta demoliciones, según el Artículo 135 de la Ley 1801 de 2016 (Código Nacional de Policía y Convivencia). De los 485 procesos abiertos, ya hay cinco (5) demoliciones con fecha definida y dos (2) ejecutadas. El Código de Policía, además de las dificultades de convivencia, también dispone toda la normativa para lo que se conoce como “Comportamientos contrarios a la integridad urbanística”. En ellos incluye, por ejemplo, “Parcelar, urbanizar, demoler, intervenir o construir… en áreas protegidas… de infraestructura de servicios públicos domiciliarios…sin licencia o cuando ésta hubiere caducado”;… “contravenir los usos específicos del suelo”. (ver documento adjunto al final de esta nota).

Santa Elena se sobrevendió
Durante la Audiencia Pública sobre Habitabilidad, Gestión y Control Territorial convocada por la Junta Administradora Local a finales de marzo, algunos ediles manifestaron que, una de las razones por las que se ha presentado el aumento en las construcciones tiene que ver con el carácter turístico promovido para el territorio. La audiencia fue convocada por los ediles debido a su preocupación por las órdenes de demolición en camino. Para algunos de ellos, la propuesta se centra en que la Alcaldía haga amnistías de las infracciones ocurridas hasta ahora y se haga una especie de borrón y cuenta nueva. Sin embargo, la ley no permite ese tipo de decisiones administrativas, no existe un procedimiento o acción legal para eso, según le ha informado a Viviendo Santa Elena el Departamento Administrativo de Planeación (DAP).
Por su parte, la corregidora relaciona las causas con el impacto generado por la pandemia por Covid19, época en la que se evidenció un preocupante incremento de obras. También se relaciona con el aumento de migración de población de la ciudad o del extranjero al territorio.

Algunas problemáticas
El crecimiento urbanístico sin planeación ya ha causado efectos negativos en distintos ámbitos del corregimiento y sus habitantes.
Tal vez el problema más crítico tiene que ver con los acueductos, los cuales, según la corregidora, alcanzaron su capacidad máxima de abastecimiento para los usuarios y principalmente los fines de semana. Es cuando las personas están más tiempo en sus casas, hay visitas en las fincas o turistas en hoteles, glampings y alojamientos, lo que hace más complejo que los acueductos puedan cumplir con la demanda o incluso, hacer racionamientos para que el agua alcance. Esto también se debe, en parte, a que “la autoridad ambiental no ha dicho en realidad cuál es la capacidad de carga del territorio”, aseguró la concejala Dora Cecilia Saldarriaga Grisales, en su intervención durante la audiencia pública.
Además, el incremento en las construcciones trae riesgos asociados con el alcantarillado y la disposición de las aguas negras, ya que solo la parte central y una zona de la Vereda Barro Blanco cuentan con este sistema, pero en casi todo el corregimiento se usan pozos sépticos. Al no contar con un tratamiento adecuado se pueden presentar problemas de salud pública además de contaminación al medio ambiente.

Cambio en la vocación económica
Las actividades relacionadas con la agricultura también se están viendo muy afectadas, pues muchas personas del corregimiento han perdido su interés en sembrar la tierra y prefieren “cultivar casas”, lo que quizá les resulta más favorable, puesto que les genera mayores ganancias, aseguró la corregidora.
Así mismo, las obras en suelos no aptos o sin las medidas normativas necesarias, implican un riesgo permanente de derrumbes o deslizamientos. Cabe recordar que, en junio del 2021 se presentó un deslizamiento en el sector Alto de la Mora (Vereda Piedras Blancas), que por fortuna no dejó muertos ni heridos, pero sí causó la pérdida de varias viviendas, que según las autoridades estaban construidas en zonas no autorizadas, no solo por su condición de Reserva Forestal, sino también por lo riesgoso de su suelo.

Mejoras en el control
La Subsecretaría de Control Urbanístico de la Alcaldía de Medellín reconoce la existencia de factores en el corregimiento que le impiden cumplir a cabalidad su labor y que, de alguna forma, repercuten en el aumento de obras sin planeación, tales como “accesibilidad al territorio, construcción desbordada, falta de conocimiento en temas urbanísticos por parte de la comunidad y falta de respeto por la autoridad”.
Sin embargo, en conjunto con la Casa de Gobierno de Santa Elena implementaron algunas estrategias para hacer un mayor control urbanístico, entre las cuales mencionan la realización de jornadas para atender dudas de la comunidad en materia urbanística; intervenciones a través del Comité Operativo de ciudad para mitigar la construcción irregular en sectores críticos del corregimiento y visitas conjuntas con la Corregiduría.
Es importante resaltar que, pese a que por parte de las entidades competentes se implementan medidas para controlar esta situación, se requiere de la corresponsabilidad social y ciudadana. Las personas deben ser conscientes de que el corregimiento es una zona rural que hay que cuidar y conservar y su desarrollo debe darse de manera planificada en las áreas que lo permitan. Es crucial entender, por ejemplo, que el agua está en riesgo y por muy paradisíaco que sea el territorio, sin agua las propiedades no valdrán lo mismo ni las actividades de disfrute serán tan agradables.

Sobre las dificultades que se presentan con el tema del agua, le recomendamos leer las siguientes notas, realizadas en 2022, como parte del Proyecto Consciencia por el Agua: http://www.viviendosantaelena.co/una-semilla-de-consciencia-por-el-agua/
*Practicante de Periodismo UdeA
Muy buena nota periodistica y muy cierta. Pero llega hasta ahí, la corregida no hace nada, no hay dolientes. El acueducto abastece de agua las nuevas construcciones aún sin cumplir con el lleno de requisitos.
Gracias por escribirnos. Nuestra labor como medio de comunicación es seguir advirtiendo, llamando la atención sobre la situación, que es muy preocupante. Es nuestra forma de dejar constancia. Cada quien que haga lo que le corresponde. Y puede que de tanto ir el agua al cántaro, algún logre romperlo.
Exelente nota. Algo similar pasa en Rionegro. (Veredas Galicia los pinos santa bárbara San Luis. Etc
Gracias por escribirnos.
En Santa Elena, requerimos funcionarios públicos más pro activos, la corregidora solo realiza labor políciva pero no propositiva, hay amenazas de demolición pero no un freno real a la urbanización, la población se encuentra con manos atadas, a algunos quieren demolerle la casa pero el problema está en TODO el territorio, las medidas son desesperadas pero no traen una solución al problema, solo adiciona un problema más que es de orden social.
Gracias por escribirnos. Realmente las autoridades sí realizan acciones pero no dan abasto, la velocidad de los urbanizadores es mucho más rápida que las entidades que deben hacer controles, pero hay preocupación desde hace rato, acciones coordinadas y conjuntas y determinaciones. La expansión va mucho más rápido.
Totalmente de acuerdo nos vamos a quedar sin agua
Gracias por escribirnos. Es muy grave la situación, en realidad. Pocas personas parecen verla.