El falso círculo de la confianza

Los amigos más cercanos, la familia, los compañeros de trabajo que vemos, de manera frecuente, también se infectan. El falso círculo de la confianza es aquel ‘pajazo mental’ que nos hace pensar que, porque son familia o amigos, ellos están inmunes, no se cruzan con el virus en otros espacios individuales que no comparten con nosotros y que, por tanto, tampoco lo transmiten. Es en ese falso círculo de confianza en el que muchas personas bajan la guardia: besos, abrazos, compartir comidas, dialogar sin tapabocas, todo tipo de fiestas familiares y celebraciones multitudinarias, viajar, son algunas de las actividades que se atreven a hacer, con los mínimos o inexistentes cuidados y con el extraño e irresponsable pensamiento de que porque son cercanos no son propagadores del virus.
El territorio de Santa Elena, por supuesto, no es la excepción. No es un lugar envuelto en una especie de burbuja hermética a la que no penetra nada, ya quisiéramos. Desafortunadamente, nuestro hermoso territorio es de lo más vulnerable en toda la ciudad. Expuesto, como el más, a la circulación masiva de personas, a la llegada de gente de afuera y población flotante (extranjeros, visitantes y trabajadores de la construcción que participan en las múltiples obras ilegales que se desarrollan en el territorio), Santa Elena tiene sus poros bien abiertos al virus de la Covid19. Restaurantes, sitios de esparcimiento, tiendas y minimercados, transporte público, emprendimientos turísticos de todos los calibres, son la oportunidad perfecta para el incumplimiento de las normas de bioseguridad y que el bicho se extienda. Pero todo esto, especialmente, acompañado de la inconciencia.
A pesar de las restricciones y medidas de toque de queda estricto y ley seca para los fines de semana, alguna gente arma paseos a quebradas y bosques, ni se diga de las fiestas de quinces y aniversarios, además de jolgorios como si nada pasara. Calles y sectores repletos de personas sin ninguna medida de bioseguridad (modo barrio de la zona urbana) y ofrecimiento a través de las redes sociales de diferentes servicios turísticos para los fines de semana. Hay que aclarar que, por excepción de la norma, los restaurantes pueden atender domicilios y los hoteles pueden recibir sus huéspedes con las debidas medidas y con permiso especial y son en su mayoría muy cuidadosos. Pero, con todo y esto, hay otro montón de lugares medio piratas y sin formalización que ofrecen para el fin de semana otros servicios para “tardear”, hacer picnics, recorridos y caminatas, a pesar de las medidas estrictas, como si las leyes se congelaran en el Barrio 8 de marzo y se reanudaran en Sajonia, para poner sólo dos ejemplos. Esto, como si Santa Elena fuera una República Independiente, sin Dios ni ley. Algunos sectores de Santa Elena sufren de este mal, con altos niveles de indisciplina social y, aunque otros sí son muy juiciosos, los inconscientes ponen en riesgo a los más de 22 mil habitantes del corregimiento.
Ustedes se preguntarán ¿y las autoridades? Si, claro, hacen lo que pueden con lo que tienen a su alcance. Santa Elena es gigante en extensión y la capacidad operativa de nuestras fuerzas policiales y la corregiduría no es suficiente para hacer controles en el corregimiento más grande de Medellín.
Pero como bien insiste el gobernador encargado de Antioquia, Luis Fernando Suárez, cada vez que anuncia nuevas medidas restrictivas, “esto no es de las medidas que pongan las autoridades, no tenemos un policía para cada ciudadano, se requiere conciencia, autocuidado y sobre todo mucha responsabilidad ciudadana”. Y es que es real. Ni esto es un invento de los medios, ni es imaginario, ni les pasa a los otros y a usted no. La conciencia no puede llegar cuando se afecte un cercano y se comprenda la real magnitud de esta enfermedad. Hay casos realmente dramáticos y hasta la fecha, cuando publicamos esto, hay 786 casos confirmados en Santa Elena durante toda la pandemia (cifras de Medellín, sin contar los de las veredas de Guarne, Rionegro ni Envigado), 755 personas recuperadas, 11 muertos y 20 casos activos.
Para esta fecha en Medellín hay 250.036 casos confirmados, 13.330 casos activos -2009 más que el día anterior-. Los casos del Valle de Aburrá son el 83,2% de los reportes de Antioquia y la ocupación UCIs en el departamento, para ayer 20 de abril, era de 98.05%, la más alta de todo el tiempo de pandemia.
Hoy Medellín tiene una situación preocupante en relación con este virus. Para rematar, no existe ningún lugar aislado del virus en la ciudad (salvo el corregimiento de San Sebastián de Palmitas, donde los reportes se congelaron en 8 casos y no tiene enfermos activos hace meses). Lo que sí les decimos es que Santa Elena no es ese sitio inmune que todos quisieran. En nuestro territorio los contagios crecen exponencialmente por la indisciplina de la población. Sólo queda, de nuevo, insistir en el cuidado, en la responsabilidad y en la conciencia individual y colectiva.

2 comentarios en «El falso círculo de la confianza»

  • el 25 abril, 2021 a las 9:57 pm
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    Cuando se toman malas decisiones, el tiempo no tiene marcha atrás.

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    • el 26 abril, 2021 a las 12:15 pm
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      Gracias por escribirnos. Así es y eso, sumado a la indisciplina, nos tiene muy fregados. Esperemos que todo mejore.

      Respuesta

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