Que usted no conozca los enfermos, no significa que la Covid19 no exista

Olímpico es decir que, porque alguien no conoce a una persona contagiada con Covid19 o no reconoce en su vecindario o entorno familiar o personal a alguien enfermo, este virus no existe. Los enfermos o sus familiares no van a salir con carteles a proclamar su dolencia solo para que los vecinos se enteren, jamás. Lo otro es que quisiéramos que esto fuera un mal sueño, pero la verdad, estamos ante una enfermedad real que fue declarada como pandemia el 11 de marzo de 2020 (Pandemia: “enfermedad epidémica que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región”).
Que hoy podamos decir que en Santa Elena, de un total de 21.828 habitantes (según las proyecciones del DANE) haya 21 apenas casos activos, es decir el 0,09% de la población, es una fortuna. Sin embargo, no debe ser estímulo para bajar la guardia. La ciudad de Medellín sube en contagios hacia el pico y hoy tiene un total de 10.850 casos confirmados, 8.292 activos, de los cuales hay 651 nuevos de ayer a hoy. Igual pasa en Santa Elena, donde la totalidad de casos confirmados es de 35, 13 recuperados y una persona fallecida. Y subiendo.
Pero nuestra anotación va a lo siguiente. Cuando publicamos en redes sobre las cifras actualizadas de la plataforma de la Alcaldía de Medellín, hemos recibido comentarios acerca de que todo es mentira, que no conocen a nadie enfermo, que no saben de ninguna persona contagiada, de que se publiquen sectores y veredas donde se dan los contagios para asegurarse de que sí es real, además de preguntar por el nombre de la persona fallecida. Casi que piden que identifiquemos a los enfermos, uno por uno con datos personales, para “saber dónde están y así cuidarnos”. Pues no, eso es absolutamente ilegal. Las autoridades no dan detalles de sectores y veredas, justamente por eso, porque generarían estigmatización. Adicionalmente, eso sería una clara violación a la privacidad de las personas protegida mediante la Constitución Nacional y a la Ley de Habeas Data que protege los datos personales de los colombianos.
Los seres humanos (esperemos que los de Santa Elena no) son capaces de cometer cualquier acto irracional en condiciones de amenaza personal. No puede uno calcular qué puede pasar si se conoce de un sector donde haya algún caso y la comunidad, en lugar de ser solidaria, señale y estigmatice sin ningún asomo de compasión. E insistimos, esto no es un asunto de unos sí y otros no, el riesgo es para todos. Entre otras porque no se trata de que les da a otros. Perfectamente y sin duda, con los altos niveles de contagio que ocurren, todos y cada uno de nosotros estamos en riesgo y sin darnos cuenta siquiera donde, cómo ni en contacto con quién nos contagiamos.
Así que lo primero, como cuando llegó el Sida, recomendamos no pensar que esto es algo externo que les sucede a otras personas. Y luego y lo más importante, activar (si no lo ha hecho) y mantener el autocuidado con mucha rigurosidad, usar el tapabocas cuando tenga que salir (sí o sí), exigir a los domiciliarios llevarles sus productos con todas las medidas y protocolos de bioseguridad y mantener el aislamiento social permanente, nada de permitir visitas de esos que están desesperados por salir de la ciudad ni mucho menos de ir a visitar a nadie.
Otra recomendación, no crean que, porque el domiciliario es conocido, familia, o vecino, no se enferma. Hay que pedirles amablemente (si toca, exigir) que usen el tapabocas y que mantengan las medidas de higiene antes y después de visitarlos a cada uno de ustedes y en los negocios que frecuenten. Si no, denuncien. La incredulidad es el primer factor de riesgo para la expansión de este virus. E insistimos, es real, no es charlando, ni es una invención conspirativa, ni nos lo estamos imaginando.
Lo fundamental es seguirse cuidando, como si esto fuera un virus que está en todas partes, o como si fuera una pandemia, sin entrar en pánico, pero definitivamente cuidarse y a los suyos. De otro lado, no hacer caso del correo de las brujas, ni atender a rumores que circulan como pólvora por grupos de WhatsApp y redes, son bastante dañinos y generan temor e incertidumbre (como uno sobre la vereda San Ignacio que circuló esta semana, absolutamente falso, pues lo corroboramos con la Alcaldía de Guarne, a donde pertenece esa zona).
Cuidarse es el mejor antídoto. No hay más.

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