Trasancoop, grandes esfuerzos, muchas dificultades

Informe Especial de Viviendo Santa Elena*

Santa Elena siempre se ha beneficiado de las acciones de una empresa de transporte que cumple 25 años de servicio a la comunidad en este 2022.
Trasancoop ha sido una empresa ejemplar, cuya responsabilidad social sobrepasa, incluso, dificultades de operación que los usuarios a veces no ven. No es fácil organizar los turnos para que todo cuadre y haya servicio para todas las veredas programadas. Tampoco es sencillo operar la flota de 34 busetas, con aproximadamente seis (6) vehículos diarios averiados, debido al deterioro de la Vía a Santa Elena. Adicionalmente, es bastante complejo, circular por Las Palmas cuando se cierra Santa Elena, con incremento en el gasto de combustible y pago de peaje, sin poder aumentar un peso más a la tarifa aprobada, porque la Secretaría de Movilidad no se los permite. Adicionalmente, el flujo de usuarios tampoco ha regresado al 100% que se tenía antes de pandemia, lo cual afecta la rentabilidad de los propietarios de las busetas. Esto, teniendo en cuenta que Trasancoop fue una de las empresas locales con mayor afectación económica por el Covid19, golpe del que los propietarios no se han podido recuperar.
Esa es la parte invisible de la empresa. Esa que algunos usuarios no ven cuando se quejan del supuesto mal servicio y destruyen en redes sociales una imagen empresarial labrada a pulso, con mucho esfuerzo y disposición permanente de servicio, además de un excelente equipo de trabajo (entre personal administrativo, despachadores, conductores y asociados). Realmente hay que desmenuzar las dificultades que hoy se presentan para Trasancoop para entender que, antes que cualquier otro interés, la responsabilidad social de la empresa está por encima de los múltiples inconvenientes que hoy le toca sortear.

Una pandemia que golpeó duro
Pasado el Covid19 (aparentemente), la empresa no ha podido recuperar el 100% de los usuarios que tenía antes. Eran un poco más de 8 mil por día pero hoy está en 6.200 aproximadamente, lo cual ha generado un déficit económico que los propietarios de las busetas no ven cómo superar. A ese descalabro económico por los efectos de la pandemia se han sumado los daños y averías constantes que se producen por el deterioro creciente en la Vía a Santa Elena. No pasa un día sin que una buseta no caiga al taller. Las varadas tienen relación con la suspensión, la pérdida de lo que llaman una hoja (esto es casi diario), muelles, pasadores, rodillería o frenos, todos generados por el mal estado de la carretera, pues muchas de las busetas se rayan por debajo, por ejemplo, en el llamado ‘Paso Malo’ (kilómetro 10+700). Como es de esperarse, los costos de mantenimiento se han incrementado. Según la información suministrada por un propietario que pidió que omitiéramos sus datos, hoy destinan tres o cuatro veces más dinero a mantenimiento de los vehículos. Y de nuevo, esto se debe al pésimo estado de la Vía a Santa Elena.

Ya no es sólo el deterioro de la vía sino la constante caída de árboles, algunos incluso sobre redes de energía, lo cual también representa un riesgo para la circulación.

Tampoco hay conductores
Y otro asunto que se suma a las dificultades, es la escasez de conductores, lo cual es una problemática que no sólo afecta a Trasancoop sino a la gran mayoría de las empresas de transporte público en el país. Según Andrés Mur Delgado, gerente de la empresa local, muchos de los conductores que había antes migraron a otras actividades económicas, plataformas digitales de transporte o varios tienen tierra y propiedades en el corregimiento y optaron por percibir sus ingresos del alquiler de casas o de la prestación de servicios particulares de transporte, asuntos más rentables y menos exigentes, sin horarios ni largas jornadas ni jefes. La empresa tiene en este momento un déficit de seis (6) conductores, lo que no permite entonces poner a circular la flota completa (34 vehículos) y eso afecta los turnos y las frecuencias de la ruta. “Ha tocado, a veces, modificar turnos, lo cual lleva a suprimir frecuencias por algunas veredas, pues no hay otra manera de sortear la situación y es cuando la comunidad no comprende y se enoja en redes sociales”, dice el gerente.
De igual manera, aunque quisieran, el número de usuarios tampoco es suficiente para tener toda la flota completa operando. “Nosotros hacemos una programación de acuerdo al número de usuarios que tenemos. Hay momentos en que en las horas pico con los vehículos que tenemos cubrimos la necesidad pero si nosotros sacáramos los 34 vehículos con seguridad no habría público para los 34, pero los costos del vehículo no cesan, siguen igual”, explica Mur Delgado.

Tarea exigente
A lo anterior se suma la complejidad del servicio al cliente. Las jornadas son largas, dispendiosas, de mucha atención por el mal estado de la vía y a veces los horarios y frecuencias no permiten siquiera que los conductores y despachadores tengan un horario adecuado para suplir sus propias necesidades, por ejemplo, de alimentación. “Aun así, el servicio se presta, en medio de insultos, de ‘braviadas’, de recriminaciones y malos comentarios en las redes sociales, a veces con un odio hacia los conductores y la empresa que no es justo. Por ejemplo, en pandemia era interminable la pelea con los usuarios para que cumplieran las medidas de bioseguridad. Cada sugerencia es un tropel, es muy desgastante”, expresa uno de ellos.

A veces, en el afán de solucionar ciertas situaciones complejas, que implican la articulación de muchas entidades, la empresa no alcanza a comunicar la información a tiempo.

Por el túnel sin subir un peso
Cuando se cierra la Vía a Santa Elena, las busetas circulan por Perico (salida) y Pantanillo (ingreso), pero si por cualquier razón éstas dos últimas colapsan, toca viajar por el Túnel de Oriente, con pago de uno de los peajes. Y ahí, toca a la empresa transportar a los usuarios sin incrementar la tarifa pero asumir los costos adicionales de esa vuelta.
Para hacerse a una idea, el trayecto por Santa Elena son 24 kilómetros, alrededor de 45 minutos de recorrido; por el Túnel, 29 kilómetros, unos 50 minutos; Las Palmas por Los Balsos, 36 kilómetros, cerca de una hora y 45 minutos y Las Palmas por Loreto, 30 kilómetros y una hora.
Por acuerdo con la Concesión Túnel Aburrá Oriente, las busetas pagan sólo el peaje de Sajonia ($30.000 los dos trayectos) y no el del túnel. Este sobrecosto debe asumirlo el dueño de cada buseta, porque la empresa no está autorizada a incrementar ni un solo peso a la tarifa aprobada por la Secretaría de Movilidad. A pesar de que se tienen varias tarifas autorizadas para las veredas, una de ellas de $3.050, la empresa podría cobrar ésta pero la comunidad se enoja por ese leve incremento de 200 pesos más.

Baja rentabilidad
Para uno de los propietarios asociados a la cooperativa, la mayor pérdida la está dando la tarifa, que está muy baja y está descompensada con el paso de los años, pues en lugar de aumentar de manera equilibrada, está muy por debajo de lo que debería estar. Lo explica mencionando el Índice de Pasajeros por Kilómetro (IPK) y afirma que, cuando se empezó con la coordinación de las tarifas de transporte público en la ciudad, la zona rural empezó con un valor un poco más alto (no mucho tampoco) pero los aumentos a través del tiempo fueron los mismos, es decir, si en el área urbana aumentaba 100 pesos, igual en la ruralidad y justo ahí debió aumentarse un poco más para los corregimientos. Eso no se hizo y generó la descompensación en la tarifa.
A esto se suma el dinero que los propietarios tienen que invertir en mantenimiento de los automotores, por el estado de deterioro de la vía, lo cual es hoy tres o cuatro veces más de lo acostumbrado. Todo un descuadre que se suma a los efectos económicos de la pandemia. “Un negocio con una rentabilidad del 1% mensual apenas es pasable, pero este negocio, que debería tener la rentabilidad siquiera del 1.7%, no llega a 0.6% y eso son pérdidas”, afirma. Cuenta, además, que antes de pandemia esa rentabilidad para los socios de Trasancoop estaba en 1.2 ó 1.3% mensual y era sostenible la actividad. Agrega que, para el caso del transporte, ese ítem debería ser más alto, siquiera del 1.7%, pues debe tenerse en cuenta la depreciación del vehículo. Esto es la disminución del valor del carro, debido al desgaste por el uso, el paso del tiempo o lo obsoleto que vaya siendo. “Ese es el panorama de muchas empresas en Medellín y Colombia, entre otras porque lo que nos dejó la pandemia, no ha permitido una recuperación del sector”, dice.

*Medio de Comunicación del Territorio de Santa Elena, con 23 años de trayectoria periodística y ganador de varios reconocimientos locales.

6 comentarios en «Trasancoop, grandes esfuerzos, muchas dificultades»

  • el 10 junio, 2022 a las 4:09 pm
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    Indudablemente la situación que presenta la empresa es bastante delicada. Y es cierto que los usuarios no comprenden lo complejo y demandante y desgastante que es para la empresa cumplir su trabajo. Espero que logren sortear las dificultades y salgan adelante. El servicio es indispensable y siempre me ha parecido muy bueno, a pesar de todas las vicisitudes presentadas! Muchas gracias a la empresa y al periódico por visibilizar la problemática.

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    • el 11 junio, 2022 a las 7:18 am
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      Gracias por escribirnos. Esa era la intención de la nota, visibilizar las dificultades de la empresa, en un momento muy complejo para nuestra vía también.

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  • el 10 junio, 2022 a las 10:17 pm
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    Muchas gracias por excelente nota. Es la real radiografía de nuestra empresa.
    Felicitaciones por tenernos bien informados

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    • el 11 junio, 2022 a las 7:16 am
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      Gracias por escribirnos y por sus palabras. Así y todo, algunas personas no comprenden que es importante la solidaridad.

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  • el 11 junio, 2022 a las 9:50 am
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    Excelente información suministrada en este reporte, sin embargo incluyo que si la empresa de transporte no ha logrado salir de la crisis económica que dejó la «pandemia», muchas personas del corregimiento (que usamos casi a diario el transporte público) tampoco hemos logrado superarla, y el aumento de precios a todo lo básico se suma a la posibilidad (sé que es justa) de un aumento al valor del transporte. Lo que nos deja en una importante motivación para seguir analizando mejores condiciones para ambos lados. Sumo además la propuesta de crear una ruta interna tipo circular para el corregimiento, siento que ello podría ser de enorme benéfico para ambas partes. Salud y gratitud.

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    • el 13 junio, 2022 a las 11:22 am
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      Gracias por escribirnos. Interesantes propuestas, gracias.

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