Universidad Nacional avanza con porcícola, en contravía de la comunidad

Informe Especial del Periódico VIVIENDO SANTA ELENA*
A pesar de que la comunidad del sector de Paisandú, en la Vereda Parte Central y los administradores de los acueductos multiveredales Santa Elena y San Pedro han manifestado múltiples inconformidades frente al proyecto porcícola, la Universidad Nacional sede Medellín avanza con su propuesta, con el argumento de que tiene todos los documentos en regla. Sin embargo, los vecinos del sector, reunidos en un movimiento llamado Santa Elena siempre Verde, insisten en la necesidad de que la universidad amplíe la participación, ofrezca reales herramientas de concertación y, muy especialmente, socialice el proyecto, tal cual fue aprobado por el Sistema Nacional de Regalías, pues hasta el momento la comunidad no lo conoce.
Hay que recordar que las socializaciones que se han realizado han sido por solicitud de la comunidad impactada, al enterarse por rumores y movimientos extraños en el predio de la Universidad Nacional en el sector de Paisandú, pero la iniciativa de dichas reuniones nunca ha sido de la institución educativa. La primera, realizada el 9 de octubre, dejó más dudas que respuestas. Y la segunda reunión, efectuada el pasado 12 de noviembre, con presencia también de la concejala Dora Cecilia Saldarriaga, la corregidora Eliana Katherine Gómez y del vicerrector de la sede Medellín, generó un nuevo sinsabor por la posición de la universidad de ejecutar el proyecto, sí o sí, a pesar del malestar comunitario.

Imagen de la reunión realizada el 9 de octubre, solicitada por la comunidad.

Responsabilidad social
Varios de los asistentes a la reciente reunión hicieron un llamado a la responsabilidad social que debe tener la universidad con la zona, tal como lo señala su deber ser de universidad pública y estatal. Manifestaron que la institución educativa es una isla en el territorio y no dialoga con la comunidad y en ese sentido solicitaron que se replantee el componente de socialización, que comparta el proyecto que le fue aprobado por el Sistema Nacional de Regalías y que permita acercamiento entre las partes para generar confianza, porque hasta el momento la información no ha sido manejada ni compartida de manera adecuada, ni se han cumplido los compromisos de la anterior reunión, lo cual ha generado más distancia.

Esto reclama la comunidad que podría resultar afectada.

Aquí seguimos, aquí nos quedamos
Por su parte, el vicerrector de la Universidad Nacional sede Medellín, Juan Camilo Restrepo Gutiérrez, indicó que “hemos cumplido absolutamente todas las normas, todas las exigencias que hay. Hubo un error al principio y es que una valla que se instaló en el sitio decía que la licencia era provisional y ya teníamos licencia, eso fue un error nuestro, es un error de la universidad que puso una valla equivocada porque la licencia de construcción ya estaba lista desde marzo. Fue un error procedimental, que lo asumimos, pero que no tiene nada que ver con que no existan los permisos necesarios para poder hacer el proceso de construcción. Estamos aquí con toda la disposición de mirar en qué forma podemos resolver inquietudes y, obviamente, es la intención de la universidad llevar el proyecto a cabo, porque es un proyecto que cumple con todos los parámetros desde el punto de vista legal que nos exigen”. Agregó que “la universidad tiene una responsabilidad muy grande frente a lo social, a lo ambiental, a garantizar que todo lo que haga, lo haga en el marco de la ley y de la protección de la seguridad y la salud de toda la comunidad”.
Aclaró que con el proyecto porcícola que se desarrolla en San Pablo, ubicado en la Vereda El Tablazo, en Rionegro, donde funciona hace 47 años, no ha habido nunca problemas de tipo ambiental, vertimientos o relacionados con el estiércol de los cerdos.

Imagen de la valla que había en el centro agrícola Paisandú el pasado 14 de octubre. Dice la Universidad que fue un error, pues esta decía solicitud. Sin embargo, una vez cambiada a la valla correcta, apenas unos días después, parece ser que esta fue puesta a destiempo para surtir el requisito legal (de la foto) que debió cumplirse cuando se hizo el trámite de solicitud de la licencia de construcción a comienzos de 2019. En su momento, cuando se hizo la solicitud, no fue instalada ahí, como manda la ley, para enterar al vecindario. Foto Cortesía.

Inconsistencia
En su exposición, el vicerrector dijo que, en su labor de investigación, la universidad trabaja mucho los temas genéticos y agregó que “a raíz de lo que ha pasado este año con el Covid, la universidad va a desarrollar en San Pablo un centro de investigación en genética, en vacunas. Ese laboratorio empieza a tener una incompatibilidad con la porcícola de San Pablo” y es ahí cuando la universidad consideró la posibilidad de presentar un proyecto al Sistema Nacional de Regalías, que pasó por todos los filtros pertinentes y fue aprobado.
En su intervención, el mismo vicerrector informó que el proyecto porcícola de Paisandú fue aprobado por el Sistema Nacional de Regalías en 2019 y fue revisado, no sólo por los ministerios de Educación y Agricultura, sino por sus dependencias similares en Antioquia.
Es importante recordar que la COVID19 es una pandemia que llegó a Colombia en marzo de 2020, no en 2019. Si el punto de partida para mover la porcícola de El Tablazo (Rionegro) a Paisandú, en Santa Elena, fue la “incompatibilidad” de los estudios e investigación genéticos (como resultado de la Covid19) con la porcícola, la solicitud debió hacerse este año, no en 2019, como se hizo y como fue aprobada. Este asunto no fue explicado por el vicerrector y queda la duda.

Foto de la valla ‘correcta’, ya con la licencia adjudicada. La imagen fue tomada el 6 de noviembre.

Más tecnificado
Restrepo Gutiérrez explicó que el proyecto “que se va a desarrollar en Santa Elena es muchísimo más tecnificado” y agregó que “Yo sé que hay una inquietud de la comunidad por los olores de la champiñonera, pero es que esa es una empresa privada. Nosotros no somos una empresa, nosotros somos una universidad y por supuesto, si hay problemas ambientales, los tenemos que corregir inmediatamente”.
Sobre la sugerencia de la comunidad de realizar el proyecto en otro lugar de las 140 hectáreas que la universidad tiene en el territorio, indicó que “al hacer un análisis del predio que nosotros tenemos acá y mirar todas las actuaciones normativas, las incidencias con cuencas y con vertimientos, mirar todas las normas, que es parte del análisis juicioso técnico que nosotros tenemos que hacer, identificamos que el único sitio posible para hacer la porcícola es donde está en este momento localizado y cumple con todas las normas. Tenemos la licencia de construcción, absolutamente clara y definida desde marzo de este año y tenemos obviamente todos los permisos ambientales de vertimientos y de reforestación. Adicionalmente, hicimos una consulta con el ICANH (autoridad arqueológica) para mirar si el desarrollo que íbamos a hacer tenía una incidencia en el polígono arqueológico que hay en esta zona y estamos por fuera del polígono”.

La comunidad desconoce el proyecto tal cual fue aprobado por el Sistema General de Regalías.

Agua
De otro lado, los acueductos multiveredales, en su exposición, explicaron por qué el proyecto porcícola afectará las aguas que surten estos sistemas de acueducto en el territorio. Luz Marina Cepeda Toro, presidenta y representante legal de la Corporación Acueducto Multiveredal San Pedro, indicó que gran parte de la contaminación que ha requerido el incremento en el uso de químicos para potabilizar el agua “podría provenir de las actividades que se desarrollan en las instalaciones de la Universidad Nacional, sector de Paisandú, dada la influencia en la fuente por los vertimientos que no están siendo bien manejados”. Y agregó que no se trata sólo de la Quebrada Santa Elena, es una quebrada que con toda su escorrentía nace en los espacios de Paisandú y se llama La Ciénaga. La Ciénaga vierte sus aguas en la Quebrada San Pedro, la cual surte el Acueducto Multiveredal San Pedro, que provee el servicio a las veredas El Plan, El Llano y Perico. Posteriormente esas aguas de La Ciénaga que caen a La San Pedro, luego son vertidas a la Quebrada Santa Elena. Esta última, surte los acueductos multiveredales Santa Elena y Media Luna. Según información de Antonio Grajales, administrador del Acueducto Multiveredal Santa Elena, éste presta el servicio a las cinco veredas más pobladas del corregimiento (Parte Central, El Cerro, Barro Blanco, El Rosario y La Palma).
Agregó Luz Marina Cepeda Toro que, posteriormente, aguas abajo, el agua que corre de la Quebrada Santa Elena, llena los tanques de Empresas Públicas de Medellín y surte, con lo que EPM llama el Circuito La Cascada, a los barrios de la zona colindante con Santa Elena (8 de marzo, Barrios de Jesús, Caicedo, entre otros).

Las aguas de la zona, como bien lo explican los representantes de los acueductos, pueden resultar afectadas. Son las que surten los acueductos y de las que obtienen el servicio miles de personas no sólo en Santa Elena, sino aguas abajo

Alto impacto
Luz Marina Cepeda Toro puntualizó que “la incidencia es grandísima. Dimensionen lo que un manejo inadecuado de vertimiento de aguas residuales puede generar en el territorio. Para nadie es un secreto que un proyecto porcícola puede adicionar al agua, patógenos. La contaminación proveniente del estiércol de los cerdos puede alterar las características físico-químicas y microbiológicas de la fuente, del agua, de La Ciénaga, de San Pedro, de Santa Elena, los acueductos implicados y la comunidad implicada. Si contamos las veredas, la vereda El Plan es inmensa, El Llano, Perico, el Multiveredal Santa Elena atiende cinco veredas más. Esto ocasiona en el agua, la presencia de bacterias como la E.coli, la cual provoca grandes daños a la salud y, por consiguiente, ocasionaría un incremento en los recursos que utilizan los acueductos para potabilizar el agua”.
De otro lado, Antonio Grajales, administrador del Multiveredal Santa Elena, ratificó lo dicho por la administradora del San Pedro y agregó que es importante que se escuche a la comunidad, porque ya en años anteriores se dieron debates sobre las aguas con el tema del Túnel de Oriente, no valieron cartas, derechos de petición ni marchas. Se dijo entonces que las obras serían lo más tecnificado, que no afectarían las aguas del territorio y justo en 2020, apenas unos meses después de la inauguración del túnel (agosto de 2019) las aguas de las quebradas Santa Elena y San Pedro disminuyeron de una forma increíble hasta secarse completamente, en verano a comienzos de este año.

A la espera de respuestas
Antes de esa reunión del 12 de noviembre, la corregidora de Santa Elena, Eliana Katherine Gómez Mejía, respondió con fecha del 4 de noviembre, un derecho de petición verbal al edil de la JAL, Otoniel Ruiz Vargas, en el que la funcionaria manifestaba que había oficiado a varias entidades para solicitar respuestas en relación con este proyecto porcícola. Menciona en la respuesta las siguientes:

  1. A la Universidad Nacional, puntualizar información sobre la ejecución de la obra y otras inquietudes.
  2. Al Curador Cuarto Urbano de Medellín, para que informe bajo qué parámetros se concedió la licencia ya mencionada e informe detalladamente el trámite adelantado por la
    Universidad Nacional.
  3. Al Director del Departamento Administrativo de Planeación, con quien además se reunió, para que informe bajo qué parámetros otorgó concepto positivo para el desarrollo de dicho proyecto y si es posible desarrollar dicho proyecto en otra área de la extensión territorial propiedad de la Universidad Nacional.
  4. A la Directora de Corantioquia, para que dé a conocer vigencia y capacidad de la concesión de aguas, otorgada en el 2016 y evaluar el impacto ambiental que tendrá el desarrollo de dicho proyecto en el Corregimiento.

De igual manera, en el documento de respuesta al derecho de petición del edil, la corregidora expresa que “Por tanto, se pondrá en conocimiento a la Universidad Nacional, que hasta tanto este despacho no tenga respuesta sobre las peticiones elevadas, y claridad sobre los parámetros en los que se concedió la licencia de construcción y se surta, igualmente, el proceso de socialización no podrá iniciar la construcción del proyecto”.
A pesar de esta anotación, las obras siguieron, pues la comunidad señala que, incluso, están trabajando de noche. Cabe anotar que socialización oficial del proyecto tampoco ha habido.

Nueva reunión y más información
Por su parte, la concejala Dora Cecilia Saldarriaga Grisales, luego del encuentro del pasado 12 de noviembre, solicitó una nueva reunión al vicerrector de la Universidad Nacional sede Medellín, al considerar que se requiere más diálogo con la comunidad e información que aún se desconoce. Expresa en la comunicación que, “en calidad de Concejala de Medellín desde el interés que me asiste en el acompañamiento y mediación de las problemáticas que manifiesta la comunidad de Santa Elena, remito la siguiente petición de información previamente acordada en reunión:

  1. Por favor indicar si existen estrategias de proyección social. En caso afirmativo, se solicita adjuntar la información que al respecto se tenga.
  2. Proyecto presentado, gestionado y aprobado por regalías –Gobierno Nacional.
  3. Resultados de Estudios de impacto ambiental y social adelantado en Paisandú y área de influencia del centro agrario del Proyecto Porcícola en proceso de construcción. Los estudios que se tengan en etapa de construcción previa a inicios de obra y otros que se hayan realizado para el mismo fin.
  4. Estudios sobre viabilidad (técnica, financiera y jurídica) para la ejecución del proyecto porcícola de localización en Santa Elena.
  5. Permisos y licencias sobre manejo de aguas, vertimientos y plan de manejo ambiental.”
Emisión de Viviendo Santa Elena en su Casa del pasado 26 de octubre, sobre el proyecto. Para ese día estaba confirmada la asistencia de dos representantes de la Universidad Nacional y su participación fue cancelada media hora antes de la emisión.

*Medio de comunicación del Territorio de Santa Elena, con 21 años de trayectoria periodística.

2 comentarios en «Universidad Nacional avanza con porcícola, en contravía de la comunidad»

  • el 16 noviembre, 2020 a las 8:04 pm
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    Sería bueno saber también lo siguiente:
    1.- ¿Qué relación tiene este proyecto porcícola con la filosofía de la UNAL y su eslogan; Proyecto Cultural, Científico y Colectivo de la Nación?

    2.- ¿Cuál es el alcance ($$$) del proyecto porcícola de la UNAL, que será asentado sobre las fuentes hídricas más importantes del Corregimiento de Santa Elena, que surten 3 acueductos veredales y cómo se verán afectados a futuro?

    3.- ¿Cuál será la estrategia de mitigación de la contaminación atmosférica y sonora, estando sobre una cota superior a 2.500 msnm con vientos a favor para esparcir olores y sonidos contaminantes?

    4.- ¿Cómo la UNAL, puede usar una vía pública, terciaria y en precarias condiciones, para carga pesada? ¿Cuál es el compromiso para garantizar el mantenimiento de las vías?

    5.- ¿Cuándo será socializado el proyecto a la comunidad que se verá afectada? ¿Se tendrá en cuenta un comité ciudadano (veeduría ciudadana) para mantener una comunicación asertiva con la población?
    6. ¿Por qué a ultima hora y en horarios casi nocturnos se ve personal queriendo llenar requisitos de última hora como actas de vecindad, avisos y arreglo de un puente interno que está fracturado desde hace más de dos años por un caballo de los carabineros?

    7.- ¿Por qué hay personal enviado por la universidad buscando de manera extraoficial personal de Santa Elena para trabajar en la próxima granja porcina?

    8.- Para la UNAL, ¿prima sus proyectos por encima de la norma suprema llamada Constitución y legislación ambiental que defienden la salud y el ambiente?

    9.- ¿Para la UNAL, prima el POT o el recurso hídrico que surte de aguas, los acueductos de Santa Elena?

    10.- ¿Cuáles son las autoridades ambientales que autorizan la construcción de dicha granja y con qué permisos cuentan para la ejecución de este proyecto?

    11. Hay 2 avisos que colocaron a ultima hora, uno de la Curaduría 4 de Medellín que dice: “ Aula Centro Porcícola Paysandu”. El aviso del Sistema General de Regalías dice: “Construcción del Centro de Producción Porcícola”. Es decir, hay una inconsistencia en las licencias: ¿es un aula, o es un desarrollo productivo comercial, es una investigación, ¿qué es concretamente?
    12. Las granjas porcícolas son tan delicadas, que tienen una legislación especial y obliga a mitigar los impactos ambientales que causa la instalación de estos desarrollos comerciales.
    13. ¿Cuál es el motivo real del traslado de la Granja porcícola de San Pablo a Paysandú’?
    14. La geografía, topografía, hidrología, y los vientos no favorecen la instalación de granja porcina en el sitio escogido. Es una colina a más de 2.500 msnm, escarpada, no hay setos naturales que controlen olores y ruidos.
    15. Puede haber biodigestores, biogas, energía solar, etc. Y siempre habrá una percolación de aguas servidas a la tierra y por ende a las vetas hídricas.
    16. Siendo Santa Elena un corregimiento con vocación silletera, sede del Patrimonio Cultural de la Nación, de vocación agrícola y en los últimos años con vocación turística, no es más ético y lógico que la UNAL, abra espacio académico para los jóvenes que aquí habitan para recuperar labores perdidas e incluso especies de flora casi totalmente extintas, abrir cátedras abiertas para conservación de bosques, cuencas hidrográficas, construcciones ecológicas, recuperación de miles de kilómetros de caminos prehispánicos y un sinnúmero de áreas que maneja muy bien la misma Universidad?

    Respuesta
    • el 17 noviembre, 2020 a las 1:03 pm
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      Muy importantes todas las preguntas que hace. Gracias por escribirnos.

      Respuesta

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