De cómo se puso de moda el trueque

Por Ana Isabel Rivera Posada*
No son tiempos fáciles. Desde que llegó el Covid19, todas las personas, sectores económicos y sociales han sido puestos a prueba. Y, más que por la resistencia, por la capacidad de inventiva y creatividad. La crisis ha puesto a más de uno a pensar en alternativas, a reinventarse y a considerar nuevas líneas de negocio para sus comercios tradicionales. Aunque buena parte de las soluciones parecen estar enfocadas al comercio electrónico y la renovada vigencia de las plataformas virtuales, también hay tendencia a regresar a prácticas antiguas, que aparecen en momentos de necesidad y que dependen en buena medida de la solidaridad, como el trueque.
Es así como algunos municipios vienen realizando trueques solidarios para el intercambio de productos, primero a nivel local y luego entre localidades, con beneficio para más de 2 mil personas.
El trueque se usa desde épocas ancestrales y es una práctica de intercambio, ligada en comienzo a relaciones de parentesco o cercanía geográfica y vecinal. “Es una actividad que se lleva a cabo a diario entre vecinos y amigos; se ha recuperado en algunas zonas, luego de épocas de recesión económica, dándole una valoración de aporte a la seguridad alimentaria, que anteriormente se había perdido”**, según lo expresa este artículo en la Revista de la Universidad Católica de Oriente
Y continúa la nota diciendo que “Los miembros de los sistemas de trueque se denominan prosumidores, porque estas personas tienen el rol de producir bienes, servicios y saberes y a su vez consumen bienes, servicios y saberes de otros prosumidores. Para incentivar este tipo de canjes, los productos deben ser útiles, ecológicamente sostenibles y elaborados con equidad. La motivación principal es consolidar una colectividad que trabaja justa y solidariamente sin necesidad de acumular y donde prevalece el bien común antes que el personal”**.

Panela para San Vicente Ferrer, fríjol, papa y aguacate para Santo Domingo. Foto Cortesía.

Otros municipios
Hace apenas unos días, el alcalde de Santo Domingo, Mario Monsalve Hernández, pensando en estrategias que ayudaran a los habitantes de su municipio a minimizar el impacto económico por el Covid19, pensó en poner en marcha el trueque solidario. “Nuestro Municipio es principalmente rural, por eso se nos ocurrió la idea de implementar esta actividad para que las personas del campo intercambiaran sus productos por otros que ellos no pueden cultivar y los habitantes de la zona urbana se beneficiaran de esos alimentos que llegan directo de nuestra tierra”, afirmó el mandatario. En la primera jornada participaron cerca de 600 personas que asistieron de manera organizada y cumpliendo los protocolos de bioseguridad y que recibieron alimentos como tomate, plátano, papa, yuca, granos, aceite y hasta gallos y elementos de aseo personal. Con el éxito de esta actividad, la administración municipal de Santo Domingo habló con sus vecinos de San Vicente Ferrer y realizaron el primer trueque regional, entregando más de 21 bolsas de panela a cambio de frijol, papa y aguacate. “Como líderes lo más importante es cuidar a nuestra comunidad, por eso debemos hacer uso de todas las herramientas que tengamos a la mano y, definitivamente, esta es una que se debe fortalecer y seguir implementando para el beneficio de todos, por eso esperamos que más municipios se unan a este trueque solidario”, concluyó.
A la fecha se han realizado cinco jornadas más en las que se han beneficiado más de 2 mil personas, además del trueque intermunicipal, que esperan ampliar a otras localidades.

En Santo Domingo llevan ya cinco jornadas de trueque. Foto Cortesía.
La abundancia de los cultivos se puede compartir. Es lo que ha hecho el municipio de Santo Domingo, con los vecinos de San Vicente Ferrer y San Roque. Foto Cortesía.

Santa Elena y el trueke
Con la crisis generada por el Covid19, en Santa Elena se ha pensado de nuevo en la posibilidad de generar un trueque. De hecho, lo que se ha venido haciendo con las llamadas Mesas de Apoyo en las tiendas es algo similar. Si alguien no tiene, toma un producto; si a otro le sobra, aporta; pero hay otros que tienen de esto y no tienen de aquello, simplemente intercambian producto por producto. Es una iniciativa que se estudia desde Conecta Santa Elena para ver cómo se pone a rodar nuevamente en este momento de contingencia.
Hasta hace muy poco, 2016, Santa Elena tuvo trueque. La experiencia, creada a finales de 2005 por un grupo de personas entre las que se destacaba Blanca Giraldo Benedetti, nació como una respuesta a la falta de oportunidades de empleo, generación de proyectos productivos, desempleo y dificultades para comercializar sus productos en diferentes mercados.
Tomando experiencias como Truequeando por Antioquia y el trueque del Barrio CarlosE Restrepo, en Santa Elena nace el Trueke (con k) y también el Floricambio, que era la moneda alterna creada para el intercambio y que en algún momento de esta historia hasta llegó a ser recibido en el sistema de transporte.
Esta actividad contó en un principio con el apoyo de la Secretaría de Desarrollo Social, encargada de jalonar los procesos de economía solidaria y después fue autogestionada por los participantes. El Trueke en Santa Elena sea realizaba el tercer domingo de cada mes, en la plazoleta frente a la Casa de Gobierno, donde se adoptaban mesas para que los prosumidores pudieran intercambiar las mercancías. A propósito, las personas que intercambian productos en un ejercicio de trueque son productores y consumidores, de ahí el término de prosumidores. Se intercambiaban artesanías, libros, música, ropa, alimentos, panes, miel y productos agrícolas orgánicos, entre ellos mismos o con las personas que asistían a la actividad. El intercambio se daba directamente cuando se hacía producto por producto o utilizando la moneda alterna (el floricambio). El trueque es una acción que se fundamenta en la transparencia, honestidad, integración y bienestar de sus participantes, para generar capital social desde las redes, mediante la confianza y unas normas claras.

Un poco más de 10 años duró el Trueke en Santa Elena, con el floricambio como moneda alterna. Tal vez esta crisis por el Covid19 sea la oportunidad para reactivarlo. Foto Cortesía Blanca Giraldo Benedetti.
Floricambio del Trueke de Santa Elena. Foto Cortesía Irma Gálvez.
Otra denominación del Floricambio. Foto Cortesía Irma Gálvez.

** Ceballos, Silvia Elena, Patricia Pito y otros. El Floricambio, la moneda alterna de Santa Elena. Revista Universidad Católica de Oriente, volumen 30, Número 43, enero – junio de 2019.

*Comunicadora Social-Periodista, directora del Periódico VIVIENDO SANTA ELENA desde el año 2008.

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