¿En qué va Hidroituango?

Por VIVIENDO SANTA ELENA

Para nadie es un secreto la delicada situación que se viene presentando en la Central Hidroeléctrica de Ituango, más conocida como Hidroituango. Si bien en la actualidad ya la alerta no es roja, muchas son las personas afectadas por problemática. Todo empezó el 28 de abril cuando Empresas Públicas de Medellín detectó el taponamiento de la galería auxiliar en el túnel de desviación hacia el Río Cauca, de inmediato inició acciones para resolver la contingencia y empezó el proceso para destaponar el túnel. Se logró superar el impase en la noche del 29 de abril, lo que generó represamiento en la parte superior de la presa.
Sin embargo, el 30 de abril se presenta un nuevo derrumbe en este túnel y una nueva alarma debido al represamiento de agua en la parte superior de la presa. Durante toda la semana los empleados y contratistas trabajaron arduamente para destaponar el túnel. Pero el 7 de mayo el túnel de desviación hacia el Río Cauca presentó otro derrumbe, lo taponó y disminuyó el caudal del río en la parte superior e inferior.
Pese a los esfuerzos, en la mañana del 9 de mayo por el túnel dos se observa flujo de agua y hay nuevo derrumbe en el túnel uno, situación que afrontó EPM con el llenado de la presa y el retiro de los tapones de concreto en los otros túneles para que, de esta manera, el agua saliera y se evitara una tragedia en las poblaciones ribereñas, aguas abajo del Río Cauca.

Inundar Casa de Máquinas

El 10 de mayo la empresa, como medida de protección a las comunidades y al medio ambiente, empieza el proceso de evacuación de las aguas por la Casa de Máquinas. Es importante anotar que, para ese entonces, el invierno era fuerte y el embalse se encontraba al límite, es decir, al tope de la cota. Las acciones surtieron efecto y el destaponamiento se hizo de manera natural, situación que se presentó el 12 de mayo a las 2:00 a.m., lo que originó un parte de tranquilidad por parte de EPM. Sin embargo, a las 6:00 a.m. se da una nueva emergencia en la central debido a que, el túnel presentó un nuevo derrumbe que ocasionó la reducción del caudal del Río Cauca. Debido a este problema, EPM solicitó la evacuación de las familias del Corregimiento de Puerto Valdivia, para salvaguardar la vida de las personas, las cuales fueron trasladadas, unas al casco urbano de Valdivia en albergues temporales y otras, en auto albergues en casas de familiares y amigos tanto de este municipio, como de otros cercanos.
El 16 de mayo se presentó una nueva problemática, esta vez en la Casa de Máquinas. Se taponó de manera natural y el agua se evacuó por la galería 284 de la hidroeléctrica, emergencia que duró cerca de dos horas y media. Se superó completamente el 19 de mayo cuando dejó de salir agua por esta galería y por fortuna, no se presentaron daños en el enrocado e igualmente, disminuyó la cantidad de agua que ingresaba a la presa.
El 20 de mayo, alta personalidades del gobierno nacional, de la dirección de EPM y de organismos de socorro visitaron el proyecto para analizar la situación, pese a que se presentaba una leve desviación de agua por el túnel derecho de la presa. El equipo humano de empleados y contratistas, trabajaban arduamente para evitar un problema mayor.

410

El 24 de mayo se alcanzó la cota 410 de la presa, meta que se había propuesto cuando empezó la emergencia. Es de anotar, que cuando se presentó la primera situación en la futura central, la presa tenía 387 metros sobre el nivel del mar. El trabajo duro y comprometido de 1.500 empleados, quienes no descansaron durante la situación de riesgo, hizo que EPM informara a la comunidad que si bien, alcanzar esta meta no implicaba que el riesgo desapareciera, en caso de que el agua subiera, se podría verter al río de manera natural y se evitaría el rebosamiento de la presa.
Los esfuerzos técnicos y humanos fueron muy grandes. Pero la naturaleza no ayudaba mucho, el invierno era cada vez más fuerte en esta zona del departamento de Antioquia. Fue así, como el 26 de mayo un desprendimiento de tierra entre las cotas 610 y 615, ubicadas en la parte superior de la captación, que, si bien fue otra emergencia, no tuvo consecuencias mortales para los trabajadores. A modo de prevención se suspendió el paso de caravanas hacia el municipio de Ituango.
El 27 de mayo se presentó un nuevo derrumbe en la parte superior de la plazoleta de compuertas, cuando, para evitar inconvenientes mayores, se evacuaron los trabajadores de este sector, pero los demás frentes continuaron con sus labores.
El equipo de geólogos de la empresa detectó un nuevo movimiento en el macizo el 28 de mayo. El 29 de mayo hubo otro deslizamiento de tierra y los 1.500 empleados se evacuaron a un sitio seguro, debido a que, el derrumbe se presentó en el mismo sitio del 26 de mayo. Esta situación se superó al medio día del 30 de mayo, se reanudaron las acciones para llegar a la cota 415, en el lleno de la presa que, para ese entonces, estaba en el 61%. Igualmente se continúa en el estudio por parte de expertos nacionales e internacionales para tapar el túnel de deviación derecho y el sistema auxiliar de desvío.

De salida

El equipo de trabajo continuó con sus labores y el 1 de junio se culminó la última losa de concreto del vertedero. El 2 de junio se creó el Centro Integrado de Información y Alerta que hace monitoreo tanto al riesgo de rompimiento de la presa, como a los deslizamientos de la ladera, la información llega al puesto de mando unificado (PMU) en tiempo real.
Para el 4 de junio, se empieza a superar la emergencia. La presión del embalse está en los rangos esperados y el monitoreo no da cuenta de alertas. Sin embargo, hay algunas filtraciones y para ello se procede con el llenado de material fino que permita la impermeabilización de estos sectores.
Continuando con las labores de monitoreo, el 5 de junio se observó una filtración entre las cotas 375 y 375,3 por lo que se procede a la impermeabilización con bentonita, material arcilloso que permite el sellado de la misma. El 8 de junio se observa que las filtraciones se encuentran estables, se continúa con la inyección de bentonita para sellar e impermeabilizar la presa. Para el 10 de junio hay un leve deslizamiento de tierra en la parte superior de la montaña, lo que llevó a una nueva evacuación de los trabajadores de manera preventiva.
Una de las informaciones más importantes se dio el 11 de junio, cuando EPM afirma la terminación del vertedero con toda la infraestructura mecánica e hidráulica. Con esto se recupera parte del control del proyecto y de la seguridad para las comunidades ubicadas aguas abajo.
El 18 de junio se logró un avance importante: la terminación de la cota 415 sobre el nivel del mar, lo que permite que el proyecto continúe y la población esté a salvo. Esto reduce el riesgo de una creciente provocada del Río Cauca.

Como lo vivieron las comunidades

En el momento en que se presentó la emergencia, es decir, en la madrugada del 12 de mayo, cuando el Río Cauca incrementó su caudal, se llevó el puente peatonal que comunica a un sector de Puerto Valdivia, las comunidades fueron desalojadas y ubicadas en albergues del casco urbano del municipio y otros, en auto albergues tanto de esa localidad, como de otras cercanas.
Dejaron sus casas, sus enseres, su tranquilidad para irse a dormir en carpas. La alimentación no fue la mejor, se sintieron abandonados por parte del Estado, cuando sonaron las alarmas sabían que la vida era más importante, que era necesario dejar todo atrás. Salieron con pocas cosas en las manos, convencidos de que la medida era temporal. Llegaron al Coliseo de Valdivia, a carpas, a municipios cercanos para protegerse de la posible tragedia, que comparada con la de Armero, era pequeña.
Los niños fueron desescolarizados, los empleados independientes, en su mayoría pescadores, se quedaron sin el sustento para sus familias porque era peligroso acercarse al Cauca. Muchas familias se iban en el día para sus casas a cuidar lo que tenían en ellas y en las noches regresaban al albergue.
En cuanto a la alimentación, fueron muchas las quejas de los habitantes de Puerto Valdivia. Se quejaron de los pocos alimentos, de que no alcanzaban para tantas personas o que fueron distribuidos ya en mal estado, fríos o vinagres. Si bien inicialmente solo se habló de medidas de prevención para el corregimiento de Puerto Vadivia, fueron 17 municipios los afectados por la contigencia de Hidroituango: Valdivia, Cáceres, Caucasia, Nechí, Tarazá, Briceño e Ituango en el departamento de Antioquia; Majagual, Guaranda, San Marcos, Sucre, Caimito y San Benito Abad en el departamento de Sucre; Ayapel en Córdoba y Achí, Magangué y San Jacinto del Cauca en Bolívar. Si la presa colapsa, gran parte del país se vería afectada.

Con el fin de mitigar la situación de los afectados por la problemática de Hidroituango, se hizo un censo para contribuir de manera económica a las comunidades afectadas. Más de 7.000 personas fueron evacuadas a zonas seguras. Pero a esto se le suma el cierre de la Troncal del Caribe, entre los municipios de Yarumal y Caucasia con el fin de evitar inconvenientes a los viajeros, puesto que esta vía se encuentra al margen del Río Cauca. Esto afectó a las comunidades ribereñas que viven de la venta de alimentos y servicios a los viajeros, agravando aún más la situación de los afectados.
El hacinamiento en los albergues era inminente. Inicialmente eran solo tres y debido a la carencia de alimentos y colchonetas se tomó la decisión de habilitar cuatro más para que la gente no se vea afectada ante esta situación. Pero no solo son los habitantes de Puerto Valdivia quienes viven en carne propia el desarraigo y el peligro. Todos los municipios del cañón del Río Cauca son vulnerables. Si bien el UNGRD estuvo presente y se declaró la calamidad pública, aún faltan muchas cosas para solucionar. Actualmente, los habitantes de Puerto Valdivia siguen en los albergues y auto albergues sin que se vea una solución clara a la vista.

Los antecedentes

La problemática de Hidroituango no es de ahora. Tiempo atrás, se vienen denunciado la oposición de la comunidad al proyecto. Y no por oponerse sino con argumentos técnicos otorgados por ingenieros y geólogos, además de los indígenas de la Comunidad Nutabe, que siempre han señalado que esas montañas donde estaría la represa son vulnerables y poco probable ambientalmente era hacer un proyecto de esta magnitud. Isabel Cristina Zuleta, lideresa del Movimiento Ríos Vivos, que reúne a varias organizaciones sociales de la zona, ha hecho varias denuncias a los medios y en las redes sociales sobre la situación de la Hidroeléctrica, en las que afirma que “EPM sabía que este proyecto era de alto riesgo para la gente y la empresa”. Además, dijo que el gobernador de ese entonces, Luis Alfredo Ramos Botero, les dijo que si no lo hacía la empresa se la entregaba a los chinos. Ante la presión y con el aval del expresidente Álvaro Uribe Vélez, se otorgó la licencia ambiental para continuar con el mega proyecto. Así mismo, afirmó que no solo hay responsabilidad de Ramos Botero sino de Sergio Fajardo Valderrama cuando fue gobernador, del anterior gerente de EPM Federico Restrepo y de los contratistas para la culminación de la presa. Así mismo, dijo que “para culminar y alcanzar las cotas cambiaron los materiales” situación que pone en riesgo a todas las comunidades afectadas.
Por su parte, Jonás Darío Henao, alcalde de Valdivia en declaraciones en Teleantioquia dijo que: “Si bien se le ayuda a las personas que están en los albergues, no hay un apoyo efectivo a las comunidades que se encuentran en auto albergues. Es importante tener en cuenta que se incrementan los costos para esas familias que le ayudan a sus familiares y amigos y EPM no tiene una política clara para ayudarle a estas personas”.

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